Gaza, una tierra y un pueblo devastados
Por César Chelala - Desde New York.
El Ejército israelí admitió la muerte de un rehén.
Benjamín Netanyahu pronosticó que la guerra tardará muchos meses en terminar.
El ataque contra el convoy humanitario llega tres días después de que Naciones Unidas expresara su "gran preocupación" por los continuos bombardeos.
"¡Los pueblos quieren la paz!", aseguró el sumo pontífice.
Israel, pero también Hamás y la Jihad islámica, se muestran inflexibles en sus posturas.
El ayuntamiento de Belén canceló las celebraciones y sólo hubo ceremonias religiosas y oraciones por la paz en Gaza. Un ataque israelí sobre un campo de refugiados dejó decenas de muertos.
Los residentes señalaron que hubo bombardeos aéreos persistentes y ataques de artillería desde tanques israelíes.
El enclave, en el riesgo más alto de hambruna.
Soldados de las Fuerzas de Defensa los confundieron con militantes de Hamás y abrieron fuego.
Los combates entre Israel y Hamas suman más convulsión al enclave palestino. Un posible desacuerdo entre aliados.
Tenía 19 años y formaba parte del ejército israelí. Había sido secuestrado el 7 de octubre.
“Nada nos detendrá”, dijo Netanyahu a sus tropas. Biden advierte que cae el apoyo global a la campaña sobre Gaza.
Según Unicef, la Franja es “el lugar más peligroso del planeta para los niños”.
El daño a la infraestructura es enorme.
Las autoridades israelíes desoyen los llamamientos internacionales para finalizar la ofensiva militar en el enclave palestino. Dicen que la fase actual contra Hamas “llevará tiempo”.
Expertos jurídicos plantean un concepto nuevo para analizar la destrucción masiva de viviendas en un territorio hasta hacerlo inhabitable.
“Hoy hay dos jinetes del Apocalipsis en Gaza: la guerra, por supuesto, pero también la enfermedad", insistió Griffiths.
"Por desgracia, las hostilidades se han reanudado y ya podemos ver cómo la cifra de muertos civiles, hasta entonces muy alta, ha seguido aumentando", dijo Josep Borrell.