Israel se debate entre dos frentes, en medio de los llamados a la moderación por la comunidad internacional.
Sirenas y alarmas avisan de los ataques, y en los edificios, casas y negocios hay refugios, contó a LA GACETA. “Es un país preparado”.
La presión de sus aliados occidentales tiene a Netanyahu sopesando cómo actuar tras el ataque.
Estados Unidos no se sumará a ninguna represalia israelí contra Irán.
Reclamo de palestinos de Gaza.
El Pontífice pidió detener la violencia en Medio Oriente para evitar un conflicto bélico a gran escala.
Teherán amenazó con represalias, luego del bombardeo a su consulado en Siria.
Los servicios de emergencia tratan de identificar los cadáveres entre los escombros del hospital principal de la ciudad de Gaza, bombardeado por fuerzas israelíes.
El bombardeo desde un dron mató a siete miembros de una ONG que llevaba comida a Gaza. Admisión de culpas del primer ministro Netanyahu.
Miles de manifestantes reclaman elecciones anticipadas y la salida del actual gobierno, al que culpan de que no se llegue a un acuerdo con Hamas para la entrega de rehenes.
Murieron ocho personas, entre ellas el jefe de la Guardia Revolucionaria iraní. Buscan más víctimas entre las ruinas de la sede diplomática.
El Papa hizo un dramático llamado a la paz en Ucrania, en Gaza y en todos los lugares donde hay conflictos. Encuentro en el Santo Sepulcro.
Escalan los ataques contra posiciones de Hebolá, grupo armado aliado de Hamas, con el que Israel está en guerra en la Franja de Gaza. Temor a una conflagración regional.
Entre los más de 100 cautivos hay nueve argentinos, un mexicano, un colombiano y un brasileño. Miedo y falta de noticias.
Hamas pide que dejen de lanzar ayuda desde paracaídas, tras la muerte de civiles en la pelea por comida.
Por primera vez, el Consejo de Seguridad adopta una resolución contra Israel. Estados Unidos se abstuvo.
Más de un millón de personas se enfrentan a niveles “catastróficos” de hambre, advierte un nuevo informe respaldado por la ONU.
El desafío casi “imposible” de evacuar a cerca de 1,5 millones de civiles de Rafah, donde antes de la guerra vivían entre 200.000 y 300.000 personas.
