Pese al empate del partido entre San Martín de Tucumán y Almagro, el cotejo disputado ayer por la tarde en Buenos Aires estuvo marcado por la tensión y por exigencias por parte de barrabravas del equipo local. Un hincha interrumpió el encuentro al burlar la seguridad e ingresar al campo de juego y las amenazas no faltaron.
La dupla de centrales, lo más rescatable de San Martín en el empate ante Almagro: uno por uno, las calificacionesUbicado en el puesto 16 de la tabla de posiciones y con derrotas y empates en los últimos partidos, los hinchas de Almagro optaron por mostrar su enojo ante la dirigencia y el plantel de jugadores en el encuentro disputado ante el “Santo”. Las dos horas de partido estuvieron marcadas por una posible suspensión del cotejo, decisión que el árbitro no dudó en tomar en numerosas ocasiones.
Un hincha burló la seguridad e ingresó al campo de juego
Según informó Bruno Farano, periodista enviado de LA GACETA, iban 88 minutos cuando el jugador “santo”, Brian Andrada, se acercó al área “tricolor” y sacó un remate débil. Cristian Aracena se aprestaba para detener el disparo, pero se topó con un barra encapuchado que, con gestos ampulosos, le pedía más actitud a los jugadores. Mientras tanto, el resto de sus compañeros de tribuna cantaban con todas sus fuerzas: “jugadores, jugadores no se los decimos más; si nos mandan al descenso, qué quilombo se va a armar”. Acto seguido bajaron el contundente: “la comisión, la comisión, se va a la p... que lo parió”y el ya clásico “que se vayan todos”.
Desde la transmisión oficial del partido anunciaban sorprendidos: "Hay un hincha en la cancha".
Eso mismo que hicieron los hinchas de Almagro hicieron los de River durante la Promoción de 2011 ante Belgrano. Tras esa serie, el "Millonario" perdió la categoría. Muchos recordaron el episodio en las redes sociales.
Ayer, tras ver lo sucedido, el árbitro Edgardo Zamora paró el juego e instó a la seguridad a que brindara garantías, porque de lo contrario iba a suspender el partido. Mientras tanto, los barrabravas estaban enardecidos en la tribuna, el intruso ya había regresado a su lugar sin ser capturado y se burlaba de la seguridad desde lo más alto de la tela olímpica.
La barra “patrulló” la platea y pidió cánticos a los hinchas
El primer tiempo había sido demasiado tranquilo y nada hacía suponer que la cosa podía terminar como terminó. Sin embargo, el horizonte comenzó a oscurecerse a la par de la tarde; justo en el entretiempo.
Un grupo de hinchas vestidos con camperas que tenían la leyenda “La banda de Almagro - Los Pibes de Siempre”, aparecieron por la zona y comenzaron a “patrullar”. “Ojo que estos vienen a marcar territorio. Acá hay algo raro; esto no huele bien”, aseguró un periodista conocedor de los equipos del AMBA. Y no se equivocó.
Eran barras que habían llegado a esa zona a obligar a cantar a los plateístas y a tratar de “cazar” algún forastero que hubiera osado pasar desapercibido entre los hinchas locales.
Caminaban de un lado hacia al otro, miraban a su alrededor y hasta algunos se habían colocado casi encima del primer asistente y le gritaban qué debía cobrar.
En un momento, uno de los barras se acercó a otro y le dijo que estaba gestionando “un micro para el partido de Copa. Pero la cosa no estaba bien”.
Cuando el duelo terminó, esos barras tuvieron un cruce de palabras con un allegado a la utilería “santa”. Hubo un cruce de palabras y los fanáticos bajaron impetuosamente. “Te vamos a matar, qué venís a hacerte el loco acá”, gritaban mientras enfilaban hacia la zona de vestuarios.
Pese a la tensión vivida por hinchas locales y por el plantel de San Martín de Tucumán, el equipo tucumano no perdió y mantiene su posición en la tabla de la Primera Nacional. Por su parte, Almagro deberá buscar la vuelta y revertir los resultados de los últimos partidos si no quiere seguir bajando y acercarse al descenso.