El peronista Daniel Passerini (Hacemos Unidos por Córdoba) sorprendió anoche con un triunfo contundente sobre Rodrigo de Loredo (Juntos por el Cambio) en las elecciones a intendente de la ciudad de Córdoba. En unos comicios que contaron con una participación de apenas el 60,2% del padrón, el vencedor se impuso con el 47,7% de los votos contra casi 40 puntos que logró el radical, que era favorito en las encuestas.
El triunfo de Passerini, actual viceintendente, fortalece al gobernador electo e intendente saliente Martín Llaryora, a la vez que consolida su liderazgo dentro del peronismo cordobés. También le proporciona una fuerte inyección política y anímica al gobernador saliente Juan Schiaretti, precandidato a presidente en las elecciones Primarias del 13 de agosto.
Unidad inoportuna
La victoria del oficialista Passerini fue tan tajante que, sin esperar los datos oficiales, de Loredo reconoció la derrota acompañado de las dos fórmulas presidenciales de Juntos por el Cambio: Horacio Rodríguez Larreta - Gerardo Morales; y Patricia Bullrich - Luis Petri. Fue una foto de unidad en la alianza opositora en un momento completamente inoportuno, luego de semanas de duros cruces entre los precandidatos. También viajaron a Córdoba Alfredo Cornejo y Martín Lousteau, entre otros. “Los hice venir al pedo”, expresó el candidato radical. Aunque luego corrigió: “no para nada, fue muy importante que vinieran para demostrar que Juntos por el Cambio es la alternativa principal al kirchnerismo en la Argentina”.
El revés que sufrió el diputado aguó la fiesta a las figuras de Juntos por el Cambio, que esperaban seguir en Córdoba con el envión que tuvieron con el triunfo en Santa Fe de Maximiliano Pullaro. El golpe caló hondo, al punto que los referentes de la alianza opositora se retiraron sin dialogar con la prensa. “Es un sabor amargo que hay en el proceso e interpela muchas cosas. Ha participado muy poca gente”, también dijo De Loredo.
En el búnker de Passerini, en tanto, todo fue euforia. “Ya cumplí con mi primera promesa de campaña, que es estar festejando acá”, expresó. “Se dijeron muchas cosas pero nosotros seguimos adelante”, expuso. Y reconoció: “estaba nervioso pero sabía que íbamos a ganar”.
“Pituquitos de Recoleta”
Llaryora, en tanto, defendió el federalismo con vehemencia y lanzó duras expresiones contra los líderes de JxC. “Fallaron todas las encuestas y fallaron todos los números. Los que no fallaron fueron los cordobeses, que entendieron que para gobernar esta ciudad no tiene que venir nadie de afuera para explicarnos cómo gobernar”, disparó.
El gobernador electo expresó su rechazo a que “pituquitos de Recoleta” quieran explicarles cómo se gobierna. “Cualquiera gobierna en el distrito más rico de la Argentina y el más subsidiado. ¡Vengan a gobernar el interior! ¿Hasta cuánto nos van a explicar cómo se gobierna bien cuando todos los recursos son del interior de la patria? Pasaron dos gobiernos. ¡Devuélvanos la guita de las retenciones! ¡No producen nada!”,
Llaryora dijo que en el espacio que representa están cansados del pensamiento unitario. “No puede ser que el 90% de los subsidios al transporte público quede en la Capital y todo el interior de la Argentina tenga paro. ¡No puede ser!”, exclamó, y pidió el apoyo para Schiaretti en la campaña para presidente.
El gobernador saliente, en tanto, envió un fuerte mensaje hacia el arco opositor. “Nosotros somos los que creemos en la división de poderes en serio, los que no atacamos a la Justicia, defendemos la libertad de prensa, sostenemos que debe haber pluralidad de pensamiento, los que no espiamos ni perseguimos a nadie. Somos capaces de trabajar junto a todos los sectores productivos. Nosotros somos la Córdoba de la producción y del trabajo”, manifestó.
La campaña de De Loredo fue lastrada por escándalos narcos que golpearon de lleno a candidatos a concejales de su lista. El radical no hizo caso a aquellos que le sugerían expulsarlos y el peronismo aprovechó a fondo esa debilidad.
Llaryora nació el 9 de marzo de 1965 en Cruz Alta, localidad de la cual fue jefe comunal entre 1999 y 2005. Es médico de profesión. Tuvo distintos roles de la mano de José Manuel de la Sota.