“No es por generalizar, pero creo que la figura fue el equipo, sobre todo por el esfuerzo que hacen los chicos”. A pesar de que Tomás Marchiori busca mantener el bajo perfil, no ocultaba la sonrisa tras el gran partido que jugó ayer ante Independiente. El arquero de 28 años fue clave para mantener la victoria, estiró la racha a 457 minutos imbatido y los hinchas, que se ilusionan, se lo hicieron saber. A la salida del estadio, Marchiori salió rodeado por una gran cantidad de pequeños que le pedían una foto a la figura del partido. Ahora bien, ¿qué situaciones lo llevaron a ser uno de los puntos más altos?

La primera intervención del mendocino llegó a los cuatro minutos de iniciado el encuentro. Un mal despeje de Nicolás Romero terminó en los pies de Patricio Ostachuk, que remató como venía. Ante el potente remate, Marchiori se estiró y mandó la pelota al córner.

Posterior al gol de penal marcado por Marcelo Estigarribia llegaría la chance más clara para el “rojo”. Tras un tiro libre que provocó Marcelo Ortiz, el encargado de patear fue Martín Cauteruccio. Iban 27’, la pelota rebotó en la barrera y quedó nuevamente en los pies de “Caute”, que disparó con potencia y generó la rápida reacción del ex Gimnasia de Mendoza.

Sobre el cierre de la primera mitad, el lateral derecho Ostachuk volvió a probar al arquero. En esta ocasión, “Tomi” mandó la pelota al córner izquierdo. Y si bien Independiente avisó en tiempo agregado con un cabezazo de Ayrton Costa, Marchiori embolsó sin problemas.

“En el primer tiempo nos generaron algunas situaciones, ellos encontraron los espacios para finalizar las jugadas, pero por suerte pudimos resolverlas bien”, explicó Marchiori a LA GACETA sobre los avances de Independiente.

Antes de iniciar el complemento, el mendocino -con forma de cábala- saltó y golpeó los tres palos con las palmas. De alguna manera, avisando que por ahí no entraría ninguna pelota.

Con los de Avellaneda abajo en el marcador y volcados al ataque, Marchiori apostó a la viveza: se arrojó al suelo para pedir asistencia médica y demoró en algunas salidas. Tanto que hasta recibió la advertencia del árbitro Pablo Echavarría.

Si bien en las siguientes jugadas resolvió sin inconvenientes, cuando se terminaba el partido provocó más de un suspiro en las tribunas. Tras un centro del “rojo”, Marchiori despejó con los puños hacia delante. Una jugada demasiado peligrosa.

“Fui con la intención de agarrarla, pero vi que la pelota venía con mucho efecto, entonces dije: ‘puñeteo’. Quedó corta y por suerte no terminó en nada”, dijo el arquero, que también se refirió a los elogios que recibe por parte del manager Cristian Luchetti.

“Con el ‘Laucha’ tengo una excelente relación; es más, desde que volvió al club y asumió en ese puesto siempre ha estado pendiente de mí”, sostuvo Marchiori, que lleva cinco partidos de manera consecutiva con el arco en cero. “Todos los partidos Cristian trata de decirme algo y aconsejarme. Estoy contento con que un ídolo del club, y más en mi puesto, diga eso de mí”, agregó sobre “Laucha”.

Con todos los partidos jugados en la actual Liga Profesional, Marchiori logró la segunda mejor marca con la valla invicta, en relación a los 596 minutos del año pasado. En aquella ocasión, entre las fechas 5 y 12, el boliviano Carlos Lampe había logrado 580’ y Marchiori 16’.

“Era cuestión de poder estar cómodos y generar seguridad en los chicos. Estoy contento por el triunfo, más que por tener el arco en cero”, sostuvo “Tomi”, y decidió priorizar el trabajo colectivo sobre el individual. “Gracias a Dios, me estoy sintiendo mejor en cada partido. De eso se trata, de aprender”, dijo Marchiori.

El número 1 no para de superarse a sí mismo y espera con ansías cerrar el torneo ante Central Córdoba, en Santiago del Estero, partido que contará con la presencia de los hinchas “decanos” que tanto lo admiran.