Uno de los principales factores de riesgo cardiovascular en la mujer es la falta de conciencia acerca de esta realidad: una de cada tres mujeres muere por enfermedades cardiovasculares en Argentina. Incluso, si bien la mujer puede sufrir enfermedades cardiovasculares en cualquier momento de su vida con riesgo de una muerte prematura prevenible, el tránsito de la mujer por el embarazo es un momento de especial atención y, de hecho, los trastornos hipertensivos del embarazo dan cuenta en nuestro país de la principal causa de mortalidad materna directamente vinculada con el embarazo.

Bajo el eslogan “Cuidar dos corazones”, la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) se suma a un llamado que, desde el año 2004, la Sociedad Americana del Corazón viene haciendo a las sociedades científicas del mundo para generar conciencia acerca de la importancia de la salud cardiovascular en las mujeres.

Con estas campañas se busca llamar la atención acerca del exceso de mortalidad materna durante el embarazo, convocar a los profesionales de la salud que asisten a mujeres en edad fértil y embarazadas para difundir un mensaje sobre medidas de prevención cardiovascular e instar a la comunidad para apropiarse de este mensaje.

“En los últimos años, las tasas de natalidad en Argentina han descendido de 17.9/1.000 habitantes en 2013 a 11.6/1.000 habitantes en 2021, y este descenso se ha visto asociado a una modificación del perfil de mujeres gestantes. Alrededor de un 10% de los embarazos se presenta en menores de 19 años, la mayoría nulíparas (que no han dado a luz ningún hijo) y con embarazos no planificados, con mayor riesgo de preeclampsia”, afirmó la cardióloga Verónica Crosa, de la SAC.

“En paralelo, los avances en las técnicas de fertilización asistida han extendido la edad fértil con embarazos logrados por técnicas de alta complejidad en mujeres de mayor edad. Hasta un 20% de los embarazos registrados en 2020 correspondió a madres por encima de los 35 años. Estas mujeres muchas veces logran la gestación luego de años de tratamientos fallidos, de abortos espontáneos a repetición y de condiciones de riesgo como la trombofilia. Estos embarazos suelen asociarse a mayor riesgo de complicaciones como la preeclampsia, el parto prematuro y el retardo del crecimiento intraútero en el bebé”, explicó la cardióloga Analía Aquieri, también de la SAC.

Complicaciones

Las afecciones cardiovasculares y los trastornos hipertensivos pueden complicar el embarazo y el puerperio de mujeres con enfermedad cardiovascular o sin ella y, de acuerdo con las estadísticas vitales, en Argentina se encuentran dentro de las principales causas directas de muerte materna, con una razón de mortalidad materna por todas las causas de 4.1 por cada 10.000 nacidos vivos. Las estadísticas mundiales de morbimortalidad materna por enfermedad cardiovascular varían dependiendo de la región considerada y oscilan entre el 0,2% y el 4% de los embarazos.

“Los avances en la cirugía cardiovascular permiten hoy que muchas niñas puedan operarse, corregir parcial o totalmente su afección en la infancia y alcanzar la edad fértil, pero igualmente esos embarazos representarán mayor riesgo cardiovascular. Esta población era asistida antes por los cardiólogos infantiles y pediatras y hoy resulta un desafío para el cardiólogo de adultos, que debe acompañar el embarazo y la planificación familiar de esta mujer”, agregó la doctora Crosa.

“Incluso los tratamientos efectivos contra el cáncer, con una mayor tasa de supervivencia y su impacto cardiovascular, también generan una población de mujeres en edad fértil que requerirá una asistencia especial por el cardiooncólogo y el cardioobstetra. El embarazo no planificado es de por sí de mayor riesgo. Una evaluación médica previa a la concepción permite identificar a las mujeres con mayor riesgo cardiovascular y planear estrategias de seguimiento y acompañamiento durante el embarazo para asegurar una adecuada salud para la mamá y el bebé”, reflexionó la doctora Aquieri.

Para tener en cuenta

- Planificar el embarazo.

- En las mujeres que toman medicación por una afección cardiovascular crónica, hacerse un control previo a la concepción para modificar medicamentos.

- Chequear los valores de glucemia, peso y tensión arterial previos al embarazo para disminuir el riesgo de diabetes gestacional, preeclampsia y parto prematuro.

- No fumar durante el embarazo y la lactancia.

- Reducir el consumo de sal y alimentos ultra procesados y favorecer el consumo de vegetales, frutas y cereales.

- Sostener un plan de actividad física regular.

- Chequeos preventivos si tuvieron embarazos con diabetes gestacional, trastornos hipertensivos, embarazos perdidos por aborto o muerte fetal y parto prematuro.

- Instalar en la agenda médica de la mujer el control cardiológico anual.