El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un duro informe en el que alertó sobre la situación de la Argentina. Pidió unificar el tipo de cambio, consolidar las cuentas fiscales, adoptar una política monetaria restrictiva y eliminar en forma gradual los controles de capitales para fortalecer sus reservas y sus cuentas externas.

En el documento, el organismo de crédito señaló que el país sufre “elevadas vulnerabilidades de la deuda externa, las reservas internacionales precariamente bajas y la falta de acceso a los mercados internacionales de capital”.

Y consideró que "es crítico" implementar "políticas macroeconómicas prudentes que fortalezcan la cuenta corriente externa y la cobertura de reservas para asegurar la sostenibilidad externa".

La situación económica argentina, según el Fondo Monetario Internacional

"Las posibles respuestas políticas son una consolidación fiscal favorable al crecimiento, combinada con una política monetaria restrictiva y un régimen cambiario simplificado, sigue siendo esencial para moderar el crecimiento de la demanda interna, reforzar la balanza comercial, reconstituir las reservas internacionales, recuperar el acceso a los mercados y garantizar la sostenibilidad de la deuda fiscal y externa”, indicó como las principales políticas macroeconómicas a tomar, consignó Ámbito.

Luego, señaló que “se requieren reformas estructurales para impulsar la capacidad exportadora de Argentina y fomentar la inversión extranjera directa. Según apunta el informe, cuando la situación económica reestablezca "la estabilidad y confianza", habrá que "eliminar las prácticas de monedas múltiples y las restricciones cambiarias".

"Se prevé que la balanza de cuenta corriente alcance un superávit en 2023, a pesar de las condiciones de sequía que afectan a las exportaciones agrícolas, debido principalmente a la moderación de la demanda interna y de las importaciones, la mejora de la relación de intercambio de productos básicos y el aumento de los ingresos por intereses de los activos privados argentinos en el extranjero", sostuvo.

Luego, el FMI destacó que tras la depreciación de "más de un 35% entre 2017 y 2019" se apreció "alrededor de un 6% entre 2020 y 2021 y se estima que se habrá apreciado un 20% adicional en 2022". A partir de estos números remarcaron que "el tipo de cambio fue por detrás de la inflación general".

Por otro lado, sostuvo que las medidas de control "contribuyeron a contener las salidas de capital, aunque introdujeron distorsiones que desalientan el comercio y la inversión extranjera. Es importante señalar que estas medidas no sustituyen a unas políticas macroeconómicas sólidas".

“Si bien son necesarias a corto plazo para hacer frente a los desequilibrios, los controles a la importación y otras similares deberían eliminarse y es necesaria una flexibilización basada en condiciones, especialmente para fomentar la IED”.

Para remediar esta situación recomendó imponer políticas "fiscales y monetarias más estrictas" ya que consideraron que son "necesarias para garantizar los superávits comerciales previstos y mejorar la cobertura de las reservas". 

Esto a su vez “es esencial para allanar el camino hacia el acceso al mercado y la flexibilización de las medidas de control a mediano plazo”.

Por último, el organismo señaló que “dada la escasez de reservas, las ventas de divisas (en el mercado oficial o paralelo) deben ser coherentes con los objetivos de acumulación de reservas, teniendo en cuenta al mismo tiempo la variabilidad derivada de factores estacionales y de episodios temporales de volatilidad excesiva”, finalizó.