“Si hubiese sido al revés, si mi hermano llegaba a usar su arma para defenderse y mataba al delincuente creo que la ley no lo hubiera amparado. Hoy quizás la familia del ladrón estaría cortando la ruta y protestando para que mi hermano terminara en la cárcel. Siento que los policías están desprotegidos y que no se respetan sus derechos”, enfatizó María Sánchez, la hermana del cabo Ramón Sánchez (44 años), quien fue asesinado por un asaltante a comienzos del mes. Ayer la familia de Ramón y la del agente Víctor Emanuel Lazarte (22 años), a quien el pasado lunes también mataron en circunstancias similares, realizaron una nueva marcha frente a Casa de Gobierno para pedir Justicia por ambos hecho, y más seguridad. Decenas de familiares de Víctimas de la Inseguridad acompañaron a los padres de los policías.
El caso Sánchez
El 5 de julio Sánchez conducía una moto por avenida de Circunvalación cuando -al menos- un delincuente lo derribó del vehículo a la altura del barrio Las Piedritas. La víctima, que aparentemente solo vestía la parte negra de su uniforme, se incorporó e intentó resistirse, pero el ladrón, al descubrir que Sánchez era policía, sacó una pistola y lo acribilló. La víctima murió tras recibir seis disparos en sus miembros inferiores. Por el hecho fue detenido Edgar Villafañe.
Reclamo policial: “Hoy dentro de la fuerza estamos sin autoridad”“Pido que sigan investigando, mi instinto de hermana me dice que no puede haber sido un solo autor, debieron ser más. Queremos justicia por el crimen de mi hermano, no merecía que lo acribillen. Todavía no nos hacemos la idea de que él ya no está, es como un sueño horrible, aún no nos cae la ficha”, explicó María Sánchez en entrevista con LA GACETA.
La mujer pidió que se vele por la seguridad de los uniformados. “Tienen que cambiar las cosas, los policías tienen que tener más protección, porque de la forma que están las cosas hoy, están desprotegidos. Hay mucha inseguridad, que se termine de una vez la delincuencia”, planteó. Otro de los cambios que pidió fue que se endurezcan las condenas. “Con la cantidad de causas que tenía esta persona no sé cómo es posible que haya estado libre. Si alguien comete un delito tiene que estar preso, no puede andar en la calle… Tienen que cambiar las leyes, los delincuentes deben cumplir las condenas en la cárcel”, analizó.
“Mi hermano era un policía bien formado, creo que lo agarraron de imprevisto, porque venía andando en la ruta, él no se iba a detener por cualquier cosa… algo pasó en ese trayecto, porque no le dieron tiempo de reaccionar tampoco”, indicó la mujer, que agregó: “quiero que se investigue si no hubo más implicados, también que investiguen si hubo (o no) algún vínculo entre este crimen y el del agente Lazarte”.
El caso Lazarte
El 10 de julio, el agente Víctor Emanuel Lazarte llegaba a su casa en moto cuando una banda lo emboscó para asaltarlo. Según la investigación, uno de los agresores reconoció a la víctima como policía y le disparó y lo asesinó. El joven de 22 años había sido recientemente incorporado a la fuerza y por aún no tenía un arma reglamentaria. Por el crimen hay cuatro detenidos.
La familia Lazarte puntualizó que no venían en espíritu de protesta, sino de apoyo a todos los miembros de la Fuerza. “No venimos aquí en contra de nadie, al contrario. Creo en la Justicia y todos los días le pido a Dios que el alma de mi hijo descanse en paz, que los asesinos vayan presos y no salgan más, porque sino seguirán haciendo daño”, indicó Ana López, mamá de “Manu”.
La mujer fue muy breve al hablar, el dolor le truncó la posibilidad de continuar las entrevistas. Sí llegó a mencionar: “nunca me imaginé estar acá, es como todos los familiares de las víctimas dicen, se vive una pesadilla... Me tranquiliza que (los acusados) ya estén presos, que los sacaron de las calles”.
Juan José López, tío de Lazarte, agregó: “venimos pacíficamente a la plaza para expresar nuestro apoyo a la Policía que en pocas horas atrapó a los delincuentes, también a darle apoyo a los jueces, para que puedan hacer bien las cosas y dicten la pena que se merecen los asesinos”. A su vez, manifestó algo que le causó malestar. “No esperamos nada más que justicia, no pedimos ni queremos ningún ofrecimiento económico. Lo tengo que aclarar porque en algunos medios se dijeron cosas que no son ciertas”, expresó.
Diferencias
Con una bandera que reflejaba el rostro y el nombre de las víctimas, los familiares de personas que fueron asesinadas a manos de asaltantes acompañaron a lo padres de Sánchez y Lazarte. La madre de Lucas Bono fue una de las que recordó su caso, también habló frente a los presentes Analía Porcel, recordando el crimen de su padre, José Porcel. Luego ocurrió un suceso que generó diferencias entre los vecinos que se habían congregado: Margarita Cáceres, la madre de Mauro Díaz Cáceres, uno de los dos policías que a fin de mes volverá a ser juzgado por el crimen de Facundo Ferreyra (12 años), pidió la palabra. La mujer planteó la inocencia de su hijo y dijo que fue injustamente acusado de “gatillo fácil”. Cáceres fue oída, pero tras cinco minutos de alocución, una mujer se le acercó y le reclamó que su planteo no era el mismo que el que defendían los demás. “A Ferreyra lo mataron los policías que lo perseguían; aquí vinimos a defender a la Policía honesta, no a la deshonesta”, intervino la vecina. Algunos presentes asintieron, pero un hombre salió a los gritos en defensa del argumento de Cáceres, así se generó una discusión que rápidamente fue sofocada por la familia Lazarte que exigió que respetaran el luto por el que se habían convocado.