El grupo de artistas Estudio Abasto se suma al 24° Julio Cultural con una muestra en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265): a las 20.30 abrirá Mac Expandido, que se podrá visitar hasta el lunes 31.
Se trata de un proyecto que fue presentado en la pasada Feria de Arte Contemporáneo de Córdoba (MAC) pero que, en esta oportunidad, se montará con un cuerpo de obras más numeroso.
El proyecto se denomina “Rivales complementarios”, y comprende pinturas, esculturas, objetos, instalaciones y fotografías.
Integran el grupo Juliet Ruiz, Virginia Serrano, Ramón Teves Alejandro Contreras Moiraghi e Iván Guerra, quienes articularon un proyecto que nació de las diferencias.
El gen de Rivales Complementarios surgió hace un tiempo, en encuentros extraordinarios donde los artistas coincidieron en un espacio de diálogo artístico visual y experimental entre sus obras.
“La propuesta es hacer frente a este círculo vicioso que compromete tanto al artista como al espectador y sostiene una mirada crítica que permite cuestionar los antagonismos que se nos imponen y que muchas veces terminan por determinar quiénes somos, olvidando crear nuestro propio recorte aun cuando seamos muchos los que hablamos el mismo idioma. Reconocer los límites y condicionamientos nos da una enorme libertad de acción”, declaran.
Los creadores
Los cinco creadores provienen de diversos lenguajes-territorios de formación, de estética, de poéticas, lenguajes y discursos, y ponen el foco en esa rivalidad con la intención de experimentar en un nuevo campo que se presenta tentador como son las diferencias. Tienen la palabra los artistas:
- “El punto de partida de mi trabajo son fotografías de toma directa que obtengo a partir de distintos recorridos por las rutas del interior de la provincia de Tucumán y que revisan nociones en torno del paisaje, la identidad, la construcción del relato histórico, la industria del azúcar. Luego, por distintos procesos técnicos. Traslado esas imágenes a soportes no convencionales, como el acero y el cobre, ensayando cruces entre el grabado, la fotografía y las nuevas tecnologías. La nostalgia de la imagen, que se suspende por un instante en el recuerdo, se vuelve materia concreta de tiempo en el soporte, que revela en su superficie el esfuerzo por retener -por grabar- el instante”, explica Ruiz.
- Teves refiere: “el proyecto ‘Topografías cromáticas’ presenta imágenes que exudan y descascaran la historia de Tucumán, su cultura, sus vivencias. Presenta desde la mirada fotográfica lo social, lo antropológico, lo popular, lo viejo y lo moderno. En un sinfín de imágenes mentales o concretas, se testimonia nuestro paso por este segmento mínimo de una recta universal e infinita. Los medidores de luz eléctrica giran y marcan los vatios, interpretan la energía del transcurrir cotidiano, o se aceleran cuando rondan los 45 grados centígrados de sensación térmica a la sombra, y al igual que lo hace un marcapasos, regulan el latir de una ciudad, de una provincia, que es a la vez también un poco toda ciudad de Argentina, de Latinoamérica”.
- Contreras Moiraghi es un artista que se debate entre la figuración y la no figuración, la pintura y el dibujo, la fotografía y la instalación. Sus obras presentan extrañas criaturas llamadas “tipitos” que viven entre diferentes realidades. Su trabajo combina influencias neoexpresionistas y conceptuales, incorporando la ficción a la realidad. En resumen, su producción artística se caracteriza por explorar los límites y crear dislocamientos entre distintos elementos.
- “El color habla de mares y de cielos, de serenidad, de protección y confianza. La psicología lo asocia a estados emocionales positivos, un color relajante y desde Hesíodo y otros griegos se podría escribir el tratado del Azul. Los colores hablan, dicen, informan, no son inocentes. Roland Barthes reflexiona que todo significa, aunque no esté puesto en función de significar. El azul es una herencia de su madre en Serrano; una devolución con la que ella la homenajea. Sus obras plantean una mirada distinta de la común: sus autorretratos semejan una toma fotográfica capturada desde arriba, como una de esas imágenes frecuentes de las selfies. Una pintura realizada desde un concepto fotográfico”, señala Jorge Figueroa sobre la obra de Serrano.
- Guerra sostiene: “por medio del dibujo (con marcador indeleble) a mano alzada voy resolviendo ‘en el camino’. El control sobre la obra es aparente. El cuadro terminado es el resultado de un proceso que se apoya sobre el lenguaje de la arquitectura (falsa perspectiva caballera, sistema de representación) y la combinación compleja de las formas sólidas básicas (cilindro, pirámide, esfera, cubo). Me interesa crear un mundo arquitectónico atravesado por el azar, lo aleatorio, la imprudencia y no por la precisión de las ciencias duras, de la funcionalidad. No hay un fin útil destinado para el uso de los seres humanos, hay inestabilidad humana en el diseño”.