En todo momento se reivindicó parte de un proyecto político, que hoy la encuentra como intendenta electa de San Miguel de Tucumán -proclamada ayer por la Junta Electoral de la Provincia-. Pero rechazó que tal camino -con sus respectivos mojones- hubiese sido planificado de antemano.
“Esto no fue una campaña de 15 o de 30 días. Aquí apareció mi trabajo como médica, y los 12 años que estuve como directora de la Maternidad (Nuestra Señora de las Mercedes). Yo no sabía que iba a pasar por esto. Ni siquiera imaginé que sería ministra”, manifestó la diputada Rossana Chahla, en la entrevista que concedió al periodista Federico van Mameren, para el ciclo “Panorama Tucumano”, la nave insignia de LGPlay.
Consideró, incluso, que los 158.564 ciudadanos de la Capital que la votaron -exactamente 6.205 más que a su inmediata perseguidora, la senadora Beatriz Ávila, según el escrutinio definitivo- lo hicieron en reconocimiento a su trabajo de tantos años. “Coseché lo que sembré. Yo era directora de un hospital. Me apasiona la medicina; me gusta ayudar a la gente. Y me eligieron porque vieron que trabajé mucho, vieron gestión, vieron una persona sincera, transparente, franca; y algunas veces, políticamente incorrecta. La gente vio que mi cara trasmite cuando no me gusta algo”, consideró. Y contó que un par de siestas a la semana todavía atiende pacientes.
Consultada por Van Mameren, respecto de cuándo comenzó a gestarse su candidatura a intendenta de San Miguel de Tucumán, Chahla mencionó un café que tomaron durante la tarde de un sábado con el ministro de Educación de la provincia, Juan Pablo Lichtmajer, y con el diputado -y dirigente de la Asociación Bancaria en el ámbito nacional- Carlos Cisneros.
“Empezamos a trabajar en diciembre; nos reunimos porque nos interesa la salud, la educación y el trabajo. Armamos un proyecto muy interesante, con mucha gente joven, de mucha escucha, y con una idea un poco distinta de la política, de abrir las puertas no solo a lo del partido, sino mirando hacia el futuro; sobre todo por los jóvenes. No queremos que se vayan; entonces nos preguntamos qué podemos hacer para que estos tengan salud, educación y trabajo”, dijo.
En ese sentido, no negó que Lichtmajer, puntualmente, pueda integrar su gabinete, cuando asuma la Intendencia. Pero evitó confirmar nombre alguno. “Siempre fui parte de equipos; y así vine trabajando. Nadie sabe de todos los temas. Nosotros trabajamos en un plan estratégico, en un plan rector, que tiene que ver con la nueva ciudad que queremos. Y lo redactamos, y lo imprimimos. Y si perdía se lo entregaba a quien hubiese ganado; porque es un proyecto interesante para la ciudad, que beneficiará a los ciudadanos”, puntualizó.
Transición
Chahla no se mostró molesta porque el intendente de la Capital, Germán Alfaro, no la haya llamado para reconocer la derrota o para felicitarla. Por el contrario, consideró que cada persona tiene su tiempo, como dándole al referente de Juntos por el Cambio la posibilidad de que se comunique con ella más adelante.
Dejó en claro, sin embargo, que si ello no ocurre, que ella misma tomará la iniciativa. “Seguro ya vamos a coordinar. Todavía falta (N. de la R.: la asunción de las nuevas autoridades debe darse cuando los actuales mandatos se venzan, y esto ocurrirá el 29 de octubre). Vamos a dejar pasar un tiempito, porque esto es reciente; y si no me llama lo llamaré yo; por supuesto. ‘Hola, Germán, ¿cuándo se reúnen nuestros equipos técnicos?’”, señaló.
Destacó, no obstante, que ya habló con personas de diferentes reparticiones de la Municipalidad: “se acercaron con inquietudes y con algunos proyectos”.
Van Mameren le remarcó que deberá lidiar con un Consejo Deliberante muy polarizado. De las 18 bancas, ocho quedaron para el Frente de Todos; ocho, para Juntos por el Cambio; uno, para Fuerza Republicana, y uno para Libres del Sur. “Todas las cosas que queremos impulsar apuntan a mejorar a la vida de los ciudadanos. Por ejemplo, el Boletín Municipal, que servirá para que haya una mayor transparencia; ¿quién puede oponerse a eso; quién puede estar en desacuerdo con los presupuestos participativos?”, preguntó, retóricamente, la intendenta electa.
Adelantó que signará su gestión el hecho de que no se quedará en su despacho, sino que visitará las dependencias del municipio. “No me gusta que me cuenten, sino ver. Hay que motivar, capacitar y acompañar al empleado. Y luego exigir. No le temo al gremio, hay que oírlo. Pero hay cosas que no son negociables”, avisó.