La Cumbre del Mercosur que sesionó en Misiones concluyó con un documento conjunto que firmaron los presidentes Alberto Fernández (Argentina), Lula Da Silva (Brasil) y Mario Abdo Benítez (Paraguay), pero que no rubricó Luis Lacalle Pou (Uruguay) porque los miembros del bloque se negaron a flexibilizar los acuerdos extra zona, aseguraron a LA NACION fuentes diplomáticas.
En el documento “los presidentes coincidieron en la necesidad de abrir un espacio de reflexión política sobre la modernización del bloque, incluyendo el fortalecimiento de la agenda interna para una mayor integración de sus economías, así como la estrategia de inserción internacional, sobre una base consensuada y solidaria”. Pero Uruguay pretendía que se abriera la puerta para negociar acuerdos extracomunitarios.
Cruces por Venezuela
Las distintas posturas sobre los movimientos de Nicolás Maduro abrieron una fuerte polémica en la Cumbre del Mercosur y en el traspaso de la presidencia del bloque. Quien introdujo críticas a Venezuela - que permanece suspendida su integración desde 2017 fue el presidente de Paraguay, Mario Abdo, a quien lo acompañó su par de Uruguay, Luis Lacalle Pou. Fernández y Da Silva decidieron contestar.
El reclamo de estos dos jefes de Estado tuvo que ver con la inhabilitación por 15 años para ejercer cargos públicos a la candidata opositora María Corina Machado, la líder de Vente Venezuela.
“El único límite razonable debe ser el respeto a la democracia y a los derechos humanos. Con mucha preocupación, estoy siguiendo los eventos de los últimos sucesos en Venezuela. Siempre he buscado darle voz al sufrido pueblo venezolano. Y esta vez no será la excepción. La coherencia no puede dejarse de lado al último minuto. Cuando asoma un camino de salida, un itinerario de esperanza por la realización de unas elecciones con la oposición, vimos rápidamente apagada esa ilusión con la inhabilitación de Maria Corina Machado”, dijo Abdo.
El líder paraguayo siguió: “las garantías de los derechos humanos admiten que solo los jueces penales, en el marco de un debido proceso, pueden restringir la participación mediante condenas. Estas garantías fueron construidas a la luz de la historia, justamente para resguardar la pluralidad política y el autogobierno”.
Estas críticas fueron apoyadas por el mandatario uruguayo. “El Mercosur tiene que dar una señal clara para que el pueblo venezolano se encamine a una democracia plena que hoy no tiene”, anticipó Lacalle. Para agregar: “Alguno dirá ‘¿qué tiene que ver esto con el Mercosur?’ Tiene que ver porque los distintos bloques de las distintas asociaciones en todo el mundo han alzado su voz. Y creo que flaco favor le haríamos a la democracia venezolana si no alzamos nuestra voz como hizo el presidente Abdo, que suscribo y apoyo”.
El mandatario dedicó unas palabras más a Venezuela y dijo: “Todos acá sabemos qué pensamos sobre el regimen venezolano. Hay que tratar de ser objetivos. Está claro que Venezuela no va a salir a una democracia sana si cuando hay un viso de posibilidad de elecciones, a una candidata como María Corina Machado, que tiene un enorme potencial, se la descalifica por motivos políticos y no jurídicos”.
El Presidente argentino no escapó a la polémica y utilizó el traspaso de mando a su par brasileño para contestar y cuestionar los bloques económicos que sufre el país de Maduro: “Nosotros no hemos sido ajenos al tema, que es Venezuela. Desde que asumí, Argentina dejó el grupo de Lima, por entender que promovía una política de injerencia que no iba a resolver los problemas. La cantidad de exiliados que Venezuela hoy tiene son producto de las sanciones económicas”, dijo. Y siguió: “Lo que intentamos fue ser parte del grupo de contacto, para que Venezuela dialogue. Cuando las Naciones Unidas cuestionó los derechos humanos, votamos ese informe. Trabajamos para que se pueda establecer una oficina en Caracas para trabajar sobre los derechos humanos. Retomamos el diálogo a través de una conversación con Emmanuel Macron y Gustavo Petro y allí volvimos a sentar a las partes. Después hubo una reunión ampliada”.
Sobre la inhabilitación de la líder opositora venezolana, Alberto Fernández dijo que “lo que ha ocurrido con Machado, la tenemos en cuenta y lo hemos planteado en la mesa de diálogo, que es donde creemos que debe plantearse. El problema de Venezuela lo tienen que resolver los venezolanos, a través del diálogo entre ellos, no los países metiéndonos en cuestiones internas. Creo que esta es la historia verdadera”.
Y como mensaje a Abdo y Lacalle, el mandatario argentino concluyó: “Aparecen problemas como este, pero el lugar de plantearlo es en la mesa del diálogo. Sería muy auspicioso que se sumen todos los que desaparecieron de la mesa del diálogo. Está México, Colombia, Brasil y nosotros. Si queremos ayudarlos, sentémonos en esa mesa para que tengan la plenitud de sus derechos. “Estas cosas las hice como presidente de Argentina y son cosas que tenemos que hacer como presidentes”.
Lula da Silva también contestó ya como presidente del Mercosur y planteó que el el bloque debe enfrentar todas las problemáticas vinculadas con la democracia. Aseguró desconocer los detalles por los que la candidata venezolana quedó inhabilitada y dijo que “hay que discutir, pero no podemos tener en cuenta las fallas de uno o de otro, las fallas son múltiples, pero no hay que dejar a nadie de lado", concluyó. Además, detalló que tras su visita con el papa Francisco se comprometió en hablar con el nicaragüense Daniel Ortega para dialogar sobre la Iglesia, luego de que el jefe de Estado tildara de mafiosa a la institución.
Minutos después de este cruce, los presidentes posaron para la foto de familia y compartieron un almuerzo en el exclusivo hotel Melia con vista a las cataratas de Iguazú.