Los disturbios en Francia no terminan. Desde la muerte de Näel M a manos de la policía, miles de jóvenes salieron a protestar a las calles parisinas. En las marchas se pide quitar privilegios a las fuerzas de seguridad y se habla de un racismo sistemático.

Por eso, el portal británico BBC explicó cuáles son los tres puntos clave para entender los enfrentamientos. Pese a que miles de agentes de seguridad fueron desplegados por París, las manifestaciones, los saqueos, ataques e incendios a edificios públicos no cesan.

1. El modo en que murió Näel

Näel M era un joven argelino de 17 años, un estudiante que trabajaba como repartidor de pizzas. El muchacho esperaba obtener un certificado de aptitud profesional como electricista mientras se ganaba la vida con su empleo.

Pero la mañana del martes, mientras se trasladaba en su auto, dos policías quisieron requisar el vehículo que circulaba a alta velocidad en Nanterre. Tras la negativa de Näel a detenerse, uno de los efectivos le disparó en el pecho “a quemarropa”.

Luego del asesinato,  la fiscalía de Nanterre aseguró que el asesinado era un adolescente “conocido por los servicios de justicia, en particular por negarse a obedecer”.

Sin embargo, Jeff Puech, presidente del club donde el muchacho jugaba al rubgy, declaró a Le Parisien que Näel era un “niño de barrio” que tenía “ganas de encajar social y profesionalmente” y no “un niño que vivía del tráfico de drogas o en la delincuencia”.

2. El racismo y la violencia policial

Una serie de denuncias hechas en los últimos meses tiene como protagonista a la autoridad policial francesa. Sucede que el año pasado se registraron 13 muertes en controles de tráfico. Además, hace dos semanas un joven murió en circunstancias similares a las de Näel luego de que presuntamente golpeara a un efectivo de seguridad.

"Ahora es el momento de que el país aborde seriamente los problemas profundamente arraigados de racismo y discriminación racial entre las fuerzas del orden", indicó Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de ONU.

Pero otros organismos internacionales también hicieron referencia al abuso policial por parte de las fuerzas de seguridad francesas durante manifestaciones masivas.

3. El enojo en los suburbios

Los suburbios franceses, conocidos como “banlieues”, según BBC, son los escenarios principales de las protestas más violentas tras los casos como el de Näel. Por eso, el asesinato del martes encendió la ira de los barrios menos favorecidos del país.

"Las personas que viven en estas comunidades tienen dos veces más probabilidades de ser inmigrantes que el promedio nacional y tres veces más probabilidades de estar desempleados", escribió Iona Lefebvre para el Instituto Montaigne.

Entre los antecedentes más recientes de estas protestas se pueden mencionar algunos casos. En primer lugar, los disturbios producidos en 2017 luego de que un joven fuera violentado por la policía en Seine-Saint-Denis, otro banlieue de París.

También en 2005 estalló el barrio Clichy-sous-Bois tras la muerte de dos adolescentes musulmanes electrocutados en una subestación eléctrica cuando escapaban de la policía.

El sociólogo Fabien Truong, por su parte, explicó que la reacción violenta de los jóvenes es producto de “recuerdos de altercados negativos y violentos con la policía” que todos tuvieron en algún momento. “En estos barrios, la pobreza y la inseguridad son realidades concretas. Por eso este enfado es político”, aseguró.