“Varios aspectos técnicos se deben tener en cuenta durante la plantación de caña de azúcar en Tucumán, que permitirán el adecuado desarrollo del cultivo”, afirmó Juan Giardina, de la sección Agronomía de Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), durante las jornadas de capacitación a productores cañeros que organizó la entidad.
El diseño de plantación de mejor respuesta productiva en Tucumán es el de surcos de base ancha: permite mejor población de tallos y mayor producción de caña por unidad de superficie. La densidad de plantación se expresa como el número de yemas plantadas por metro lineal de surco. En la provincia para las plantaciones mecánicas de otoño-invierno, la densidad de plantación recomendada es de 25-30 yemas por metro, cuando se emplea caña semilla de alta calidad y se realizan correctamente la preparación del suelo y las tareas de la plantación.
El troceado de la semilla se realiza para romper la dominancia apical y favorecer la brotación de todas las yemas. Las mejores respuestas en plantación manual, se obtienen con trozos de tres a cinco yemas (estacas de 50 a 60 cm). En la plantación mecánica, el tamaño es de 25 a 35 cm y con un promedio de dos a tres yemas por estacas. La uniformidad del troceado permite mejorar la homogeneidad de la distribución de la semilla en el fondo del surco. La altura del bordo con la que se tapa la caña semilla en la época otoño–invierno es de 15 a 30 cm, para conservar la humedad y facilitar el control de malezas. Cuando aumenta la temperatura ambiente se debe bajar el bordo para permitir el calentamiento del suelo y favorecer la emergencia de brotes. Una vez bajado el bordo y establecidos los brotes se deben monitorear las plantaciones para determinar fallas -espacios vacíos en la línea del surco-. La ocurrencia de un número elevado de fallas genera una caída en la productividad y longevidad del cañaveral.
Es importante concientizar a los productores sobre los errores que se cometen en la preparación del suelo, selección de la semilla, elección de la variedad, diseño, época y densidad de plantación, que se verán reflejados en toda la vida del cañaveral. Deben prestar atención a las tareas de plantación. “La Eeaoc viene trabajando con ingenios, productores, y cooperativas en el acompañamiento de las plantaciones y en la evaluación de los cañaverales para optimizar su productividad”, destacó Giardina.