A un par de días del vertiginoso cierre de listas de postulantes de Unión por la Patria para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), dos protagonistas clave de ese suceso se mostraban juntos. El ministro de Economía de la Nación -ungido como único precandidato a presidente por el oficialismo-, Sergio Massa, y la vicepresidenta, Cristina Fernández -la “gran electora” del espacio- encabezarían el acto de presentación de un avión de “los vuelos de la muerte” recuperado. Pero aunque importante, el contenido del evento pasaba a un segundo plano; en todo caso, acaparaban la atención las cuestiones político electorales que seguramente iban a colarse en los discursos de uno y de otra.

Y en ese sentido, el contraste resultó abrumador. Mientras el ministro pareció incómodo, como esforzándose por evitar hablar del tema, la ex mandataria fue hasta el hueso: criticó con nombre y apellido al presidente, Alberto Fernández, y sutilmente le enrostró a Massa -a centímetros de distancia- que él no era “su” candidato; pero que en nombre de la unidad del peronismo aceptaba y defendía la fórmula. Por el contrario, ensalzó al ministro del Interior, Eduardo de Pedro -subrayó que éste habría sido su elegido si las candidaturas se hubiesen dirimido en las PASO-. Pero no mencionó al gobernador, Juan Manzur, que por algunas horas había sonado como el eventual postulante a vicepresidente de “Wado”.

“Para una generación criada en democracia no hay nada más importante que crecer revalorizando la memoria y la justicia”, dijo Massa, al inicio de su alocución. “Es una forma de ayudar para consolidar la idea de verdad y justicia, y de poner un granito de arena. La idea del negacionismo, la violencia política rememora el pasado más oscuro. Estamos contribuyendo a la memoria y a fortalecer la democracia Este avión es un símbolo de la oscuridad de la Argentina”, dijo Massa. Y señalaba la aeronave, estacionada detrás.

“El ladrillo que pusimos es muy pequeño, pero es una pared para aquellos que quieren terminar con los derechos. Podemos limitar a los que quieren quitar derechos en la Argentina. Lo diremos en los próximos meses, recorriendo cada rincón de la Argentina”, dijo en la única alusión, si se quiere, a las elecciones.

Contra Alberto

La ex mandataria no soslayó el motivo del acto. Pero eligió salpimentar la cuestión política. “Durante un año y medio estuvieron ‘batiendo el parche’ con PASO, PASO, PASO. Como militante (yo) sostenía que era necesario construir una lista de unidad que nos permitiera abordar los graves problemas que tiene la sociedad. El presidente se embanderó en hacer PASO”, contrastó.

Recordó que diversos actores del partido también pedían que se alcance una lista de unidad: gobernadores, intendentes de la provincia de Buenos Aires y dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT). “Sin embargo hasta el viernes, 24 horas antes del cierre de listas, teníamos a la ministra de Desarrollo Social de nuestro Gobierno (Victoria Tolosa Paz) planteándole internas al gobernador de Buenos Aires (Axel Kicillof); y a nuestro embajador en Brasil (Daniel Scioli) como precandidato a presidente”, cuestionó Fernández.

Contó que permanentemente venía manteniendo conversaciones; entre otros, con Massa. “Le dije a Sergio que si había lista de unidad, apoyada por los gobernadores, por los intendentes, que no tenía ningún problema; pero que si había PASO, nuestra fuerza iba a ir con candidato propio: con ‘Wado’ de Pedro”, precisó. Seguidamente, elogió al ministro del Interior. “Una fuerza debe ir a disputar proyecto, un modelo; y más en este contexto. ‘Wado’ militó de muy jovencito; no viene de la política partidaria, sino de la tragedia de la Argentina. Salió a la calle para que le dijeran dónde estaban sus padres y, más tarde, para exigir castigo a los que los habían desaparecido. Esa es la historia de ‘Wado’. Quiero rescatar, sus valores, su convicción, su pertenencia a un proyecto colectivo. Eso es de muy pocos”, dijo.

Desmintió notas periodísticas que afirmaban que De Pedro no contaba con el apoyo de los gobernadores. “No es cierto; ellos querían una lista de unidad, que debía tener el consenso del presidente. Y obviamente ‘Wado’ no iba a tener la aprobación del presidente. Es importante terminar con las operaciones políticas, que envenenaron la democracia”, dijo.

Luego contó que su hijo, el diputado Máximo Kirchner, sugirió el nombre de Agustín Rossi como compañero de fórmula de Massa. “Sí, él; el malo; el de La Cámpora”, chicaneó la vicepresidenta.

Celebró, de algún modo, lo caótico de las negociaciones. “Este es el peronismo; el orden está en los cementerio. La política también es conducir el desorden, y tratar de ordenar de la mejor manera posible, para que sea instrumento de transformación; y si aún no se puede transformar, al menos tranquilizar”, dijo. Finalmente, dejó en claro que no le molesta “ventilar” detalles de cómo se dio la unidad. “Vale la pena desdramatizar, y que la gente conozca los debates en los partidos políticos”, puntualizó.