Desde hace tiempo se espera que se hagan viajes tripulados a Marte. Con la tecnología actual y si Marte se encuentra en su máxima aproximación a la Tierra, el viaje de ida duraría aproximadamente 3 meses y un tiempo mayor en regresar, porque ya la distancia entre los dos planetas sería más grande. Las naves necesitan mucho combustible para hacer este viaje y tiene que estar perfectamente blindada para que la radiación no afecte a los astronautas.
Un tema del que se habla poco es cómo se comportaría el cuerpo humano permaneciendo tanto tiempo en el espacio. Si bien se han hecho muchos estudios, son pocos los astronautas que han estado más de 6 meses volando y no hay pruebas suficientes sobre lo que les puede pasar.
Las personas que han estado en el espacio pierden masa muscular y ósea debido a la baja gravedad y aunque tienen una rutina de entrenamiento, no se ha logrado que ellas se mantengan intactas. El corazón también sufre la falta de gravedad, debe bombear menos, lo que podría causar una falta de oxígeno en el cerebro, con las consecuencias que puede haber si se mantiene por mucho tiempo. Como todo músculo pierde masa. Quizás lo más impactante es que el corazón cambia su forma, se hace más esférico. Sin embargo, recupera su forma cuando vuelve a la Tierra.
El campo magnético terrestre disminuye a medida que nos alejamos de la Tierra y la radiación es más intensa, especialmente los rayos cósmicos galácticos. Esta radiación puede causar problemas a largo plazo, por esto las naves deben tener un blindaje más eficiente que las actuales. Esta radiación podría causar cáncer y enfermedades neurodegenerativas.
El cerebro también sufre las consecuencias de la permanencia en el espacio. Debido a la falta de gravedad, los fluidos del cuerpo tienen a subir, se puede inflamar el cerebro, producir dolores de cabeza y llegar a un edema cerebral. Los ventrículos cerebrales se dilatan. Se encontró que hay modificaciones en los distintos tejidos del cerebro y ellas dependen de la cantidad de tiempo de permanencia en el espacio. Después de 6 meses de permanencia las modificaciones no son mayores. Cuando vuelven a la Tierra el cerebro comienza a recuperarse. En aproximadamente en 6 o 7 meses se ha recuperado el 50% y en 3 años casi no hay secuelas de la permanencia en el espacio. Estos resultados no son concluyentes porque no hubo muchos astronautas que hayan volado por más de 6 meses. Sin embargo dan algún indicio de lo que puede pasar y se puede ir investigando el tipo de entrenamiento que deberían tener los astronautas para evitar o minimizar estos problemas.
Aunque hace muchos años que el hombre va al espacio, se han hecho estudios sobre el comportamiento del cuerpo en condiciones de baja gravedad, todavía falta mucho por conocer. Recordemos que los astronautas tienen un intenso entrenamiento físico y sicológico para estar en condiciones de ir al espacio. Sin embargo todavía no se sabe cómo puede ser el comportamiento del cuerpo humano cuando permanezcan largo tiempo en condiciones de baja gravedad y este es un tema muy importante cuando se planifique un viaje a Marte.