Hija de familia alemana, atravesó su infancia rodeada de las historias de los hermanos Grimm: entre “La Cenicienta”, “Hansel y Gretel”, “Rapunzel” y “Blancanieves” nació su amor por el arte, que decantó más tarde en el dibujo y la pintura. Empezó retratando lo que leía, y de a poco comenzó -sin querer- a forjar lo que sería su pasión y su profesión en el futuro. Ahora viaja por el mundo con sus representaciones gráficas de aquellas historias. Y eso la trae a Tucumán: la artista visual Pato Reichler vino a la provincia para compartir y para analizar sus obras con estudiantes tucumanos.

En sus redes sociales muestra sus propias interpretaciones de “Pinocho” y de “Caperucita Roja”, pero -aclara en diálogo telefónico con LA GACETA- no son meras versiones. “Elijo un cuento clásico, lo trabajo y lo pinto: cada una de estas historias tiene un costado psicológico y una parte actual. Estos son cuentos aplicables a todas las épocas, y se representan en la realidad de hoy, de alguna manera -explica-; no me resulta difícil hacer estas reinterpretaciones, porque es algo que he conocido desde chica. Estoy muy empapada, y hasta he viajado por los pueblos de Europa donde transcurren algunas de esas historias; creo que veo la realidad de los cuentos, lo que hay detrás”.

A lo largo de los años -cuenta-ha pintado a Caperucita con tapaboca, a Hansel y Gretel en defensa del medio ambiente o a un Pinocho con orejas de burro. “Trabajo en la educación y en la conciencia”, advierte.

Otra visión

Se trata de dejar un mensaje y de interpelar sobre la realidad que vivimos. “A la gente le interesa, porque ven esta parte tan actual de nuestro mundo, en el que falta educación por donde mires. A Caperucita la abordo con respecto al abuso; hay muchas pinturas en las que ella marca un límite y dice ‘hasta acá llegás’ -comenta-; además, su costado psicológico da para pensar un montón. Las personas se sienten identificadas con algún personaje; hay un bueno y un malo, una Caperucita inocente, que va más allá del mal que pueda hacer el lobo... Yo exploto todo ese costado. Con la pandemia, por ejemplo, la usé para hablar de la vacunación. El lobo representaba todas las fuerzas y los movimientos a favor y en contra”.

En sus obras, la artista bonaerense utiliza diferentes técnicas como óleo, collage, técnica mixta, pasteles y laca vitral. Con sus pinturas ha viajado por el planeta y ha tenido la oportunidad de exponer de forma individual y colectiva en Francia, en Italia, en Inglaterra, en España y en Japón. Estos trabajos le valieron galardones internacionales como el premio Leonardo da Vinci en Milán, el premio Caravaggio o el más reciente, el premio Pegasus de las Artes en Venecia.

En Tucumán

Sus obras han sido publicadas en diversas revistas del mundo, pero no ha tenido la posibilidad de difundirlas por su propio país: esta es una de las primeras ocasiones en las que puede acercar sus pinturas al interior. Hoy y mañana Reichler visitará a los alumnos del colegio San Patricio. La invitación corrió por cuenta de la pintora y docente tucumana Valentina Piñero. “Ellos están trabajando sobre mis obras, que son muy particulares. Y sobre eso vamos a charlar”, adelanta.

“Yo he mostrado mi obra más afuera que acá. Y no es que estemos atrasados, porque el arte que tenemos es buenísimo y hay de todo y de muy buen nivel, pero me parece que no está bien valorado, o que quizá los problemas económicos hacen que los precios sean otros -reflexiona-. Tengo muy buena repercusión de lo que hago, pero pienso que los artistas podríamos tener aún mas llegada si hubiese más interés de parte del estado y de otro tipo de lugares para promocionarnos”.