“La cultura es la estructura secreta de todo lo que se hace, incluso en materia de economía” decía Lucrecia Cardoso, secretaria de Desarrollo Cultural de la Nación, durante la apertura del Mercado de Industrias Culturales (MICA) celebrado a principios de mes en el Centro Cultural Kirchner, en CABA. La cita pertenece al fallecido sociólogo e historiador Horacio González.
En el encuentro se presentaron emprendedores culturales de todas las provincias que desarrollan su actividad dentro de los sectores audiovisual, artes visuales, circo, danza, diseño, editorial, folclore, gastronomía, hip hop, infancia, música, música académica, tango, teatro y videojuegos. Concurrieron más de 400 compradores de todo el mundo, incluyendo 22 países de Norte, Centro y Sur América, Europa y Asia para escuchar las propuestas de artistas y gestores argentinos. Brasil fue el país invitado de honor y visitó el evento con una comitiva de 120 personas. Tucumán participó con distintas propuestas; algunas de ellas son las historias de esta producción.
La Ruth: un proyecto musical que tiene herramientas del teatro
“En el MICA recibí de pronto un shock de información”, cuenta Ruth Plaate, cantante y compositora con una carrera ascendente dentro de la escena tucumana. “De un momento a otro estás sentada contando tu proyecto en rondas de negocios con festivales, y programadores de todo el mundo. Es una oportunidad única de hacer contactos y entender mejor qué está pasando en la música”, describe.
A la hora de anunciar su propuesta, La Ruth fue contundente: “soy música y actriz”. De esta manera se presentaba y el siguiente paso era mostrar su música: “mi formación es teatral, entonces trabajo mezclando la actuación y la música, no desde lo performático, sino sumando una mayor consciencia del espacio escénico. Transito por el rock, el electropop o el indie, según lo que cuenta la canción”.
La cantante revela que el balance fue positivo y que distintos festivales se vieron interesados en su propuesta; para ello, destaca, fue clave poder explicar la identidad del proyecto con certeza. “Es fundamental saber describir con claridad lo que uno hace, es algo que lo tenía presente pero aquí terminé de consolidarlo y me vuelvo con ganas de compartir la experiencia en Tucumán. En la provincia hay mucha gente que empuja para la profesionalización y empezar a hacer las cosas cada vez mejor. Se está formando una movida que intuyo muy ligada a la tradición teatral. Mucha gente del teatro se está involucrando en la música y eso genera un movimiento colectivo. Inevitablemente hace una diferencia porque actualmente el show no es sólo ir a tocar sino que se incorpora una conciencia escénica y otros elementos que aportan a una mayor creatividad. No es casual que algunos de los artistas que están sonando con fuerza en la escena tucumana vengan del teatro como La Chela, La Llorona y su Jardín de Dragones o Mariano Biondi, entre otros”, menciona.
La Ruth se encuentra grabando un EP y, más allá de las fechas provinciales, tiene previsto un show en el Festival Ciudad Emergente en Buenos Aires, entre otros proyectos.
Sabores e identidad en las comidas regionales
El MICA realizó este año su edición número 15 y desde 2022 se incorporó el sector gastronómico entre los asistentes. “Para mí esta mirada de la gastronomía asociada a la cultura, es ideal para exponer lo que hacemos y nos pone en una situación de mucha visibilidad de la que carecen, a veces, las producciones locales”, sostiene David Dentice, tucumano dedicado a la producción y difusión del consumo de carne de llama.
David es, además, licenciado en ciencias y tecnologías de los alimentos y cuenta que su familia tiene una tradición de 100 años en la cría del ganado de estos camélidos. Si bien su origen arrancó en Jujuy, hace años que sus productos se procesan y comercializan desde Tucumán.
El productor explica que, pese a que la carne de llama es un producto no tan difundido, la considera la primera ganadería nacional ya que ancestralmente fue uno de los baluartes de la alimentación americana a diferencia del ganado vacuno o porcino, importados luego de la llegada de los españoles.
“Por eso es importantísimo que la gastronomía sea considerada dentro de las industrias culturales”, insiste. “Cuando uno viaja como turista, la interacción cultural pasa también por ahí: conocer el idioma, el paisaje y la comida. Y tiene que estar presente en espacios como el MICA, sobre todo en un país como este, compuesto por regiones con identidades tan amplias y diversas”, agrega.
Otro de los que representaron a Tucumán en el área gastronomica fue José Greco Rottigni, productor de salsas picantes de alta gama, como él mismo las define. “Para mí este trabajo no es solo técnica -revela-, cada una de mis salsas tiene una historia afectiva y cultural detrás. Por ejemplo, mi salsa de locoto está intervenida con pimentón de los Valles Calchaquíes y comino del valle de Lerma porque ese era el aroma que había en la cocina de mi abuela. Cuando logro traer esos sabores y olores del pasado, siento que lo que hago se parece al arte”.
Ambos productores concluyen valorando este mercado desde la posibilidad de afianzar las identidades de sus productos y el contacto con pares de todo el país. “Participan personas de todas las regiones que te suman aportes tremendos. Por ejemplo, yo ahora estoy en un proyecto con un emprendimiento de Chubut que comercializa sal de mar y unos productores de Chaco que fabrican snacks saludables a partir de una técnica de secado de verduras y hortalizas. Tejer estas redes federales es uno de los mayores logros del evento”, concluye Rottigni.