A casi una semana desde que los tucumanos fueran a las urnas, el gobernador electo, Osvaldo Jaldo, reforzó la idea de convocar a todos los sectores políticos, económicos y sociales de Tucumán para encontrar las soluciones conjuntas para que la provincia mejore sus indicadores socioeconómicos. “El consenso es el camino para el despegue total de Tucumán”, afirmó a LA GACETA el actual vicegobernador de la provincia.

Según el titular de la Legislatura, el domingo pasado los tucumanos no sólo cumplieron con su deber cívico en el marco de la democracia, sino que también apostaron por la fórmula Jaldo-Miguel Acevedo para que conduzcan los destinos institucionales de la provincia en los próximos cuatro años. “Una gran concurrencia, cercana al 80%, expresó su voluntad popular para que prácticamente el 95% de las autoridades ya se conozcan a través del escrutinio provisorio. Pero mientras aguardamos el escrutinio definitivo para la proclamación definitiva, el pueblo de la provincia nos ha dado un voto de confianza para que mejoremos su situación y esa tarea requiere de todos y de todas”, indicó. Jaldo, en ese sentido, puntualizó que la clase política debe estar a la altura de las circunstancias, dejando de lado las diferencias políticas, en pos de conseguir los mejores resultados para mejorar el bienestar de la sociedad. “Cuando digo todos y todas no sólo me refiero a quienes hemos sido favorecido por la voluntad popular, sino también para el resto de los dirigentes que participaron y que también deben ser parte del consenso general”, acotó. Desde ese punto de vista, el actual vicegobernador expresó que se necesita, lo antes posible, un Tucumán unido. “Son muchas las familias que están sufriendo la actual situación y más las economías regionales que no la están pasando bien. Entonces debemos poner toda nuestra energía para revertir el cuadro económico y que eso llegue a todos los sectores”, explicó.

Jaldo insistió que la sociedad reclama de sus dirigentes hechos concretos y no peleas estériles que no conducen a nada. “Ya no hay margen para las disputas políticas ni para las acusaciones cruzadas y sin fundamentos. El único objetivo que debemos fijarnos es unir a los tucumanos y atender sus problemas reales. Como gobernador electo vengo proponiendo una amplia mesa de diálogo en el que estén todas las fuerzas políticas, económicas, gremiales y sociales, y eso es lo que haré desde el mismo 29 de octubre, cuando asuma el cargo”, continuó. “En Tucumán no hay margen para el error; tampoco hay margen para la desidia. En Tucumán se deben terminar las pujas internas, porque la sociedad reclama que trabajemos en conjunto”, finalizó.