“Tengo que caminar con un andador y en la escuela sólo hay escaleras; les pedí que me trajeran la urna para que yo pueda ejercer mi derecho como ciudadana y se negaron”, le contó a LA GACETA Laura Noemí Loggia de Caniggia.

La mujer estaba acompañada de su hijo, Juan Caniggia, que contó que ya es la segunda vez en el día que su madre intenta votar y no le dan una solución coherente. “Todas las veces que les pedimos que nos acercaran la urna nos dijeron que no porque supuestamente va en contra de la ley. La única opción que nos dieron fue que los gendarmes la alzaran en una silla; ni loco lo permito, mi mamá ya es una mujer grande y se quebró tres veces”, dijo Juan.

Elecciones en Tucumán: un día de contrastes, entre demoras y malestar

Por su parte la delegada electoral, Patricia Ruiz, explicó que era imposible cumplir con el pedido de Noemí. “Si nosotros hacemos eso estamos por un lado infringiendo la ley, y por otro, omitiendo lo más importante que es el cuarto oscuro”,informó. “Nosotros tenemos una mesa especial que se llama Cuarto Oscuro Accesible. Lo ubicamos en la entrada del lugar para que los adultos mayores o las personas con discapacidad puedan usar este lugar para votar. Le ofrecimos al hijo de la señora cargarla hasta aquí pero no quiso, mucho más no podemos hacer”.

Producción periodística: Micaela Pinna Otero.