“Lo digital no va en detrimento de lo presencial sino que conviven”, explica Julia Houllé, directora de Planificación y Seguimiento de Gestión del Ministerio de Cultura de la Nación. Su conclusión se desprende de un primer análisis de la Encuesta Nacional de Consumos Culturales que difundió recientemente esa cartera.

“Por ejemplo, las personas miran contenidos en sus celulares en cualquier momento y lugar, pero al mismo tiempo siguen yendo al cine, manteniendo esa experiencia presencial de atención exclusiva hacia un contenido; y un dato revelador es que la mayoría de los que concurren al cine son jóvenes”, detalla.

La funcionaria explicó algunos datos del informe en diálogo con LA GACETA, durante una entrevista exclusiva en el marco del MICA (Mercado de Industrias Culturales) realizada el pasado fin de semana en Buenos Aires.

Houllé destaca el creciente impulso de las actividades presenciales potenciado por la pospandemia: “se regresó con fuerza a las prácticas colectivas como el cine, boliches, recitales, etcétera. Además, vemos una gran concurrencia a ferias artesanales, a las que asiste el 56% de la población consultada, una práctica característica de los argentinos”. En la región Norte Grande esa asistencia asciende al 62%, adelantó (los informes regionales serán publicados en septiembre). “También hubo un aumento de la participación comunitaria: tres de cada 10 argentinos encuestados participan activamente en un centro cultural, club de barrio o en un centro vecinal o religioso”, dijo.

Este estudio, a cargo de su Dirección, es el único relevamiento a nivel poblacional que acerca cifras sobre los hábitos culturales de los argentinos: quiénes somos, qué decimos, qué hacemos, qué música nos gusta escuchar, cómo nos informamos.

La encuesta computó además otros datos novedosos: “uno pensaría que los contenidos audiovisuales en el celular y la llegada de las plataformas podrían acabar con el consumo de formatos tradicionales como la radio o la televisión, pero ahora vemos que no es así, que siguen vigentes, al igual que lo mencionado sobre el cine”. Según el relevamiento el 91% de los argentinos consultados mira televisión por cable o de aire, mientras que en el NOA ese porcentaje llega al 95% según anticipo del informe regional brindado por Houllé.

Indicadores

La encuesta también permite identificar cómo se transforman las formas de producir desde una perspectiva de la demanda y por lo tanto son de utilidad para los hacedores culturales, las pymes, los productores y los artistas: dónde se generan y por dónde circulan los consumos culturales.

“Lo primero que impresiona en cuanto a redes sociales es la masividad, su crecimiento es exponencial: el porcentaje de uso está por arriba del 90% de las respuestas, sobre todo el uso de WhatsApp”, señaló.

Probablemente esto vaya de la mano del incremento del uso del celular como dispositivo de acceso a internet: “en 2013, la gente que se conectaba vía celular era un 57% de la población encuestada entonces. En 2017 pasó a ser el 70% y ahora más del 90%. Esto consolida el protagonismo del móvil como medio para consumir contenidos culturales”.

El panorama que aporta el documento también es clave para el diseño de políticas públicas: información sobre quiénes acceden y quiénes no a bienes culturales, cuáles son los actores centrales, cómo cambiaron las formas de producción y comercialización de esos bienes y cuáles brechas se deben subsanar.

“Hay una deuda con nuestros adultos mayores. Esta apreciación surge en base a miradas iniciales que debemos seguir profundizando, pero notamos que tras la pandemia los que asisten a las actividades presenciales son los jóvenes. Sucede algo similar con los contenidos que circulan en las redes sociales, a los que acceden mayoritariamente los menores de 50 años. Los adultos mayores solo usan WhatsApp y en menor medida plataformas, y van mucho menos al cine y al teatro. En esto último puede haber influido la pandemia y el temor a salir. Evidentemente hay una brecha vinculada a lo etario que pone en evidencia la necesidad de articular políticas integrales dirigidas al sector”, sostuvo.

Houllé explica que estos datos representan un primer acercamiento a nuestras dinámicas culturales de manera que la temática sea abordada por los distintos actores de la comunidad académica. “Personas inmersas en distintos estudios pueden aportar un plus a estas lecturas. Nosotros por ahora pusimos a disposición los primeros datos y a lo largo del año vamos a ir largando los informes específicos: juventudes, adultos mayores, digitalidad, género. Luego los regionales: NEA, NOA, Patagonia, etc.”, concluyó.