Fue un partidazo hasta el inicio del tercer set. El primero había sido para Novak Djokovic por 6-3; el segundo para Carlos Alcaraz por 7-5. Hasta allí llegó la competencia en la semifinal de Roland Garros, porque luego permanecer en la cancha fue una tortura para el español. Sufrió calambres en una mano y en el cuádriceps, producto -según confesó- de los nervios. El serbio sentenció rápido las cosas por un doble 6-1 y mañana disputará por séptima vez la final del Abierto francés.

Djokovic aprovechó las dolencias de Alcaraz para meterse en la final de Roland Garros

Pero Djokovic, campeón este año del primer torneo de Gran Slam en Australia, chocará con un especialista en polvo de ladrillo que llegará superenfocado. De eso da cuenta la contundencia con la que Casper Ruud se deshizo ayer de Alexander Zverev en la otra semifinal: 6-3, 6-4 y 6-0, diferencias abrumadoras que el noruego se encargó de machacar en el tercer parcial.

Etcheverry no pudo con Zverev, pero tuvo una actuación histórica en Roland Garros

Pero antes del duelo Djokovic-Ruud la atracción es la final femenina de hoy. De un lado estará la polaca Iga Swiatek, número uno del mundo: del otro, la sorprendente checa Karolina Muchova, quien dio la sorpresa al eliminar en semis a Aryna Sabalenka tras una maratón de tres horas.