Se conoció que la empresa low cost Flybondi deberá dejar dos de sus 12 aviones en tierra por el retraso en el pago de los leasings (arrendamientos). Es por la falta de autorización para girar dólares al exterior en el marco del Sirase (Sistema de Importaciones de la República Argentina y Pago de Servicios al Exterior). Esa situación puso hoy de relieve una problemática que también vienen sufriendo otros actores del sector por la escasez de divisas.
De acuerdo a lo publicado por el diario La Nación, la empresa Jetsmart, la otra aerolínea de bajo costo que opera en el país, afirmó este martes que están “con demoras en el acceso al dólar para el pago de distintos proveedores, entre ellos, los de los aviones”. Más allá de esto, afirmaron que están trabajando para no dejar las aeronaves en tierra porque no quieren que la gente se vea afectada.
Por otro lado, Guillermo Della Rodolfa, presidente de la Cámara de Empresas de Transporte Aéreo No Regular (Cetanr), aseguró al diario porteño que sus asociados están “con los mismos problemas y en cualquier momento no se van a poder realizar vuelos sanitarios y del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai)”. “Hay empresas a las que les podrían retirar aviones. American Jet está en esa situación”, sumó.
Esta cámara sacó un comunicado hace un mes en el que advertía acerca de la “imposibilidad de importar insumos, repuestos y servicios para la operación diaria de las empresas de transporte aéreo privadas y sanitarias”.
Según explicaron en ese entonces, el problema abarcaba el suministro de repuestos de aeronaves y helicópteros, materiales de operación, insumos y suscripciones de mantenimiento que son obligatorias por normas de seguridad operacional, además de la dificultad que tenían para pagar los turnos en simulador e incluso combustible en el exterior.
“Se está caminando por la cornisa. La realidad es que no podemos girar divisas hace tiempo y cada día el problema se agrava más. Solo se ha considerado la situación de las líneas aéreas y no a la inmensa aviación civil, que se encuentra en una seria crisis, desde los aeroclubes hasta las empresas que tanto nos cuesta sostener, así como los miles de fuentes de trabajo directas e indirectas que de ellas dependen. No queremos vernos en la disyuntiva de tener que suspender vuelos que ponen en peligro la vida de pacientes”, había apuntado Della Rodolfa.
La Cetarn le había enviado notas a distintos organismos y ministros, como el de Seguridad, Aníbal Fernández; el de Transporte, Diego Giuliano; el de Economía, Sergio Massa; a la Secretaría de Comercio, y a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) para advertir el problema, pero decían que no eran escuchados.
El transporte aéreo no regular se utiliza en muchas situaciones de catástrofe, traslado de trabajadores o pacientes graves que precisan ser atendidos de urgencia y de órganos, además de llevar a argentinos a destinos donde las líneas aéreas no vuelan.