El 14 de mayo debíamos haber votado los tucumanos . Ese día se publicó una nota en LA GACETA titulada “Todo se podría haber evitado”. Esa columna se plantea que si se hubiera respetado a rajatablas la Constitución provincial no hubiera habido motivos para suspender los comicios. La nota concluye reproduciendo una casual conversación entre una familia donde el padre desautoriza al hijo.
En realidad le quita fuerza a sus estudios de Derecho y a sus argumentos institucionales. El progenitor justifica su desesperanza en que los intereses políticos reemplazan esos valores priorizando vínculos familiares.
El final del texto dice: “¿Así pierden el tiempo en la Facultad?; deciles a los de la Corte que llegan tarde. Los políticos ya transformaron la República en algo así como una monarquía: cuando ya no pueden ser reelectos más, postulan a la esposa o a los hijos o a los cuñados, o a los hermanos”.
Hace tan sólo cuatro días la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con las firmas de Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Carlos Rosenkrantz (Ricardo Lorenzetti no votó), declaró inconstitucional la candidatura a gobernador del sanjuanino Sergio Uñac.
“No existe duda de que habilitar que una persona se desempeñe durante 16 años ininterrumpidos en los más altos cargos provinciales impone un costo intolerablemente alto a los valores que encarna el sistema republicano”, manifestó, al final de su fallo la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Ayer, Sergio Uñac, respetuoso de la Justicia dijo que acatará el fallo de la Corte nacional. Por lo tanto otra persona deberá ser candidato a gobernador por el oficialismo sanjuanino. Uñac eligió para ello –y todo el peronismo avala su decisión- nada menos que a su hermano Rubén, que tiene experiencia ya que fue vicegobernador y es actual senador de la Nación.
“Deciles a los de la Corte que llegan tarde. La República ya se transformó”… podría decirles el parroquiano tucumano cuya experiencia y desazón por el deterioro institucional se transmite generacionalmente.