La inflación no tiene freno. Este mes, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) evidenciará una variación del 9,1%, debido a los reajustes en las tarifas de los servicios. Ese dato se constituirá en el mayor aumento inflacionario mensual de los últimos 21 años. Más llamativa es la inflación acumulada que, de acuerdo con los registros de la Fundación Libertad y Progreso, es de 44% en cinco meses, lo que da un 116% interanual. Este porcentaje también es récord mensual, que deja atrás al 108,8% de abril. El diagnóstico privado advierte que mayo es el sexto mes consecutivo de aceleración en la suba de precios mensual. En noviembre de 2022 había tocado un piso de 4,9%, unos 4,2 puntos porcentuales menos que la medición de mayo.

Suba de precios: los expertos proyectan la inflación de mayo ¿cuál será el porcentaje?

“Los aumentos en alimentos son muy preocupantes porque afectan fuertemente los valores de la canasta básica, poniéndole pisos más altos a los límites de pobreza. Si hacía falta volver a demostrarlo, los programas de precios justos fracasaron y lo único que consiguieron fue mayores distorsiones en la economía”, señala el economista Santiago Casas. La inflación se acelera a medida que aumenta la incertidumbre sobre lo que pasará a partir del 10 de diciembre. Para arreglar el problema, el próximo gobierno tendrá el desafío de diseñar un plan de estabilización que recupere la confianza en la moneda, o la sustituya por otra, sugiere el especialista.

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En este mes que se va  se evidenció una aceleración en prácticamente todos los rubros. “Alimentos y bebidas no alcohólicas” mostró una suba del 9,1% mensual, sosteniendo el crecimiento por encima del 9% por tercer mes consecutivo. Es importante mencionar que los alimentos mostraron una importante desaceleración en la última semana de mayo, anotando una suba del 0,2% semanal, la menor desde enero. De esta forma, la última semana de mayo deja un efecto arrastre para el IPC de junio de 1,7 puntos. A pesar de esto, proyectamos que la inflación del sexto mes del año será menor, en un rango, por ahora, de entre 7%-8%, fruto de una menor incidencia de los precios regulados (según los aumentos conocidos hasta ahora) y una desaceleración en el rubro de alimentos y bebidas.

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“La aceleración de mayo refleja la caída en la demanda de dinero que propició la corrida cambiaria en la segunda mitad de abril y provocó un fuerte arrastre durante el quinto mes del año”, puntualiza el economista Lautaro Moschet. Para el mes entrante, esto ejercerá menos presión por lo que se espera una pequeña desaceleración. De todas formas, indica el analista de la fundación, no será una señal del todo positiva, “ya que en la medida en la que no se lleven a cabo políticas consistentes con la preservación del valor del peso, la dinámica inflacionaria seguirá mostrando una tendencia al alza y posiblemente cerremos el año con una inflación cercana a 140%”.