Hoy se conmemora el Día Mundial de la lucha contra el Melanoma, un tipo de cáncer de piel sumamente agresivo.

En esta jornada es importante informar y concientizar a la sociedad sobre las consultas tempranas que eviten su aparición.

La responsable del Área de Dermatología Quirúrgica del servicio de Dermatología del hospital Nicolás Avellaneda, Adriana Arangio, explicó de qué se trata este tipo de cáncer de la piel.

“El melanoma es uno de los tumores más agresivos del organismo. Lo único que nos queda es tratar de evitarlo y eso lo hacemos principalmente con la prevención. Por ello, la concientización es importante. El 90 % del melanoma se origina a partir de los lunares. El otro porcentaje puede aparecer de manera espontánea, sin necesidad de tener un lunar previo”, dijo.

La médica hizo hincapié en una regla básica: la norma ABCDE, las siglas de asimetría, bordes, color, diámetro, evolución.

“Ante cualquier cambio que noten en sus lunares, como una asimetría, que los bordes son irregulares, que está cambiando de color, que se pone más oscuro, que hay distintos tonos en el interior del lunar, que sangra, pica, se inflama, o que aparece alguna molestia es vital consultar con el médico dermatólogo”, enfatizó la referente.

Asimismo, aconsejó  hacer una consulta con el médico dermatólogo para chequeo. El hospital cuenta con todos los medios necesarios para diagnosticar, evaluar y biopsiar los lunares de ser necesario.

“Una vez instalado, es muy agresivo y tenemos muy pocos medios para tratarlo. Las terapias actuales son muy escasas. Por favor, si notan cualquier mancha en la piel, mucosa, boca, genitales, deben consultar”, insistió.

Prevención

“La exposición solar puede hacer que se modifiquen los lunares. Entonces hay que protegerse del sol, también de la cama solar (medio muy agresivo para las lesiones de piel). Tomar sol en horarios recomendados y usando siempre protector solar”, expresó.

“En nuestro hospital contamos con medios diagnósticos mucho más efectivos. Se hace un estudio más exhaustivo del lunar. De acuerdo a las características que encontramos, le avisamos al paciente cada cuánto debemos hacer los controles del lunar (seis meses - un año). También podemos hacer una biopsia del lunar, se extrae una parte de él o entero. Así nos quedamos tranquilos porque podemos afirmar que era un lunar benigno, o si se estaba transformando, y recurrimos a la cirugía”, completó.