Durante esta semana entrará en circulación el nuevo billete de $ 2.000, el de mayor denominación, en la medida en que culmine el proceso de distribución que ya está en marcha por parte del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Tras recibir las primeras partidas elaboradas por Casa de Moneda, se están girando a los tesoros regionales de la autoridad monetaria para canalizarlos luego a los bancos en los próximos días.
Según trascendió, ya los bancos venían recibiendo algunas partidas para hacer las pruebas en cajeros automáticos. Si bien la puesta en circulación había sido anunciada para junio, ya se comenzarán a liberar al público esta semana.
Está previsto que ese proceso sea paulatino en la medida en que las entidades vayan recibiendo los nuevos billetes, indicaron fuentes del Central.
Ante esto, ¿estamos cerca de un proceso de hiperinflación? Gustavo Wallberg, licenciado en Economía, habló con LG Central para explicar lo que sucede en el país.
"Esto es la perspectiva de inflación. Si la inflación no se frena, queda corto hoy el billete de $ 2.000 y va a quedar peor de corto dentro de un año. Por ejemplo, con una inflación que se proyecta, que como mínimo va a ser el 100% anual, para el año que viene y en esta fecha, el billete de $ 2.000 va a valer la mitad. Inclusive, más de lo que es un billete de $ 1.000 hoy".
"El problema con la inflación en este año tiene dos componentes: Uno en sí es la emisión de dinero. Y hay que tener cuidado. La emisión tiene dos componentes. Una es la propia que hace el Banco Central y la otra la que hace el sistema bancario, justamente a través de los créditos, lo que se conoce como el multiplicador secundario. Estudiarse solo en la base monetaria, que es la emisión del Banco Central, da un idéntico cargo. No parece tan grande la emisión, pero hay que sumarle la que se da a través del crédito", dice.
Y agrega: "El segundo elemento a tener en cuenta es la expectativa internacional, que está muy fundada en la desconfianza con respecto a los planes económicos. Hay dos componentes: uno es la emisión pura de dinero, y el otro es la disminución de la demanda por dinero. No es simplemente que se está inyectando más dinero al sistema económico, sino que además la gente se lo quiere sacar más rápido de encima. Esos elementos son los que impulsan el alza de precios. Y a medida que se acerca la fecha de las elecciones y se advierta que el gobierno no toma medidas de fondo, o que ni siquiera tiene capacidad de tomar medidas de fondo, el elemento demanda por dinero va a ser siendo cada vez más fuerte".
Y agrega: "Esos dos factores, emisión más caída de la demanda por dinero, son los que generan esta aceleración inflacionaria. Yo no sabría decir si esto tiene algún tipo de techo o cuál va a ser la velocidad a la que va a estar llegando".