Llegamos al final del día, el cansancio invade nuestro cuerpo, terminamos con las últimas tareas de la jornada y nos acostamos. Vemos una serie, leemos o navegamos por internet. Minutos después, dejamos el celular a un lado e intentamos dormir. Tarea sin éxito: ansiosos, miramos constantemente el reloj para saber cuánto tiempo de sueño nos queda.

Esta última actividad es el comportamiento que, según un estudio reciente, dificulta y hasta impide conciliar el sueño. Por consiguiente, llega el insomnio, trastorno frecuente a la hora de dormir que disminuye nuestra calidad de vida.

Es que chequear constantemente la hora mientras estamos en la cama puede incrementar nuestra ansiedad, exacerbando aún más el insomnio. Así lo confirmó el estudio “Uso de ayudas para dormir en el insomnio: el papel del comportamiento de monitoreo del tiempo”, publicado en la revista “The Primary Care Companion for CNS Disorders”.

Mirar el reloj aumenta el insomnio

El trabajo de investigación arribó a diversas conclusiones, entre las que destacó lo perjudicial que puede ser la constante revisión de la hora. También se indicó cómo puede incidir esta actividad en medicación somnífera. “Los medicamentos para dormir de venta libre y recetados se usan con frecuenta como tratamientos para el insomnio crónico, a pesar de los riesgos y la eficacia limitada a largo plazo”, señaló el equipo de investigadores.

El objetivo del estudio, liderado por Spencer Dawson, del Departamento de Psicología y Ciencias del Cerebro de la Universidad de Indiana, era determinar cómo el comportamiento del control del tiempo y la frustración asociada a esa conducta pueden inferir sobre los síntomas del insomnio e impulsar, consecuentemente, el uso de productos que favorezcan el sueño.

Cómo combatir el insomnio

1. En primer lugar, los especialistas recomiendan un cambio conductual, sencillo de ejecutar pero difícil de aplicar para los más apegados al celular. Se trata de sacar los relojes y celulares de las habitaciones de descanso, lo que apuntaría a evitar llevar un control del horario.

2. Permanecer en la cama insistiendo en dormir no es recomendable. Por el contrario, se sugiere realizar un cambio de habitación e, incluso, realizar otras actividades de corta duración hasta que el sueño reaparezca.

3. Evitar las siestas, sobre todo las que son demasiado extensas o demasiado tarde (después de las 18), puede llevar a que por la noche la calidad de sueño sea mejor.

4. Establecer horarios de rutina para acostarse y levantarse también es un punto para regular los horarios de sueño. Por otra parte, los cambios de horarios pueden generar dificultades crónicas para dormir.

5. Evitar cualquier tipo de actividad sobreestimulante. Contrario a lo que se cree, leer y ver series o películas no beneficia el sueño. Si bien relaja el cuerpo, pone más activa la mente.