Miguel Acevedo nació en Ceres, Santa Fe, pero dice que podría haber sido en cualquier otra provincia del país. Ocurre que en 1960, sus padres rodaban por el país arriba de camiones y camionetas, rodeados de acróbatas, de animales, de payasos y de malabaristas. “Nací allí de casualidad, por circunstancias de la vida, porque podría haber sido en cualquier otra parte de la Argentina. Soy de familia circense. Mi madre era de apellido Medina, de la familia fundadora del circo; era la administradora y mi padre se enganchó en Salta”, cuenta respecto del show –aún vigente- de los Hermanos Medina, fundado en 1927.
Hoy, lejos de esa vida itinerante, Acevedo está frente al mayor desafío de su vida. De manera sorpresiva, el gobernadorJuan Manzur le comunicó que sería su reemplazante en la fórmula del Frente de Todos, por lo que le tocará secundar a Osvaldo Jaldo como candidato a vicegobernador. Poco después de las 23, se disculpa ante LA GACETA por haber atendido “tarde” con el argumento previsible: su teléfono “estalló” desde que Manzur confirmó en conferencia de prensa su decisión. Entre esos llamados de felicitaciones, asegura, recibió algunos de quienes “militan en la vereda de enfrente”.
Se encontraba con su señora y con su cuñado cuando Manzur informó en conferencia de prensa que daba un paso al costado y daba a conocer su nombre como compañero de fórmula de Jaldo. “Lo primero que hice fue llamar a mis hijos, hacer una videollamada para que podamos charlar un poquito”, relata emocionado. Y asegura que no tenía la mejor idea de que sería el elegido. “Me dijo (en alusión a Manzur) que había que buscar a alguien con consenso y que tenga relación con todos los compañeros. Hace rato que vengo trabajando con intendentes, comisionados y legisladores. Siempre tuve una postura de ayudar y estar a la par de todos después de la durísima interna que tuvimos, no lo voy a negar”, precisa.
“Confiábamos en que sería Juan el candidato, porque lo asiste el derecho y las leyes. Y sabíamos que si no le permitían, debíamos buscar a un compañero de consenso, que reúna a todos los sectores del peronismo”, afirma. E inmediatamente justifica su apreciación: “venimos de una interna muy fuerte, muy dura, que dejó heridas abiertas”.
Así, introduce el tan escabroso asunto de la interna entre Manzur y Jaldo en 2021, en medio de las elecciones legislativas nacionales de ese año. Por eso, dice, para sortear esos recelos dentro del peronismo era necesario hallar una figura componedora. “Una postura neutra, que satisfaga a todos”, ahonda.
Por su rol como ministro del Interior, Acevedo mantiene diálogo con todos los dirigentes del oficialismo y de la oposición. Eso, afirma, calza con el perfil que Manzur pretendió encontrar en su reemplazante dentro de la fórmula gubernamental. “Este es el desafío más grande que asumo. Represento el reconocimiento a la dirigencia, al trabajo anónimo de cada dirigente y militante del interior del peronismo. A aquellos que están convencidos con una causa como la nuestra. Y creo que eso se hace en mi persona”, expresa.
Más allá de que en 2021 fue uno de los manzuristas más fervorosos durante la interna, asegura que conoce muy bien a Jaldo y que lo une el respeto y una buena relación. “Siempre tuvimos buena relación, trabajé ocho años con él cuando fue ministro del Interior; yo era secretario de Municipios y Comunas. Y cuando le tocó asumir la Gobernación mientras Manzur era jefe de Gabinete trabajamos sin problemas. Lo respeto, es un buen candidato y la mejor opción del peronismo por lo que sabe y conoce. Estuvo en cargos ejecutivos y legislativos, conoce tanto el interior como la capital y sabe gobernar. No cualquiera puede gobernar y él demostró que sabe hacerlo”, destaca Acevedo. “Espero aportar lo mío para que podamos seguir dando soluciones y mejorando la vida de los tucumanos.. Soy un tipo conciliador”, añade.
También reparte elogios para Manzur, su mentor en esta aventura. En ese sentido, expresa que su renunciamiento exhibe una actitud loable”. “Podría haber seguido con el pleito, pero con eso se corría el riesgo de perjudicar al espacio político y a los tucumanos en general. Es loable lo que hizo. Es meritorio, y merece mi respeto porque se despoja de lo que muchas veces yo renegaba de la política, que son los intereses personales, y en este caso no fue así”, remarca el ahora aspirante a la vicegobernación.
A los 63 años, padre de tres hijos y abuelo de siete nietos, este contador con casi 30 años en la función pública no intenta disimular la alegría que le provocó su designación. “Estoy agradecido por la confianza y con mayor responsabilidad para afrontar lo que viene. Soy un convencido de que si uno da lo mejor de sí con responsabilidad y a conciencia se pueden lograr muchos objetivos”, reflexiona.
Consultado sobre si alguna vez aspiró a formar parte de una fórmula de gobierno, Acevedo afirma que no. “Nunca lo pensé. A diferencia de muchos, nunca dije ‘quiero ser esto o aquello. La vida, Dios y el universo me fueron llevando a cada uno de los lugares en los que estuve. Y en este lugar esperamos estar a la altura de las circunstancias. Todavía hay una elección por ganar”, advierte.
Larga trayectoria: Acevedo ingresó en los 90 al Estado
Miguel Acevedo tiene una larga trayectoria en la política local y es el ministro del Interior. Muy cercano al gobernador Juan Manzur, se recibió de contador en la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino. Desde los 90, con Antonio Bussi al frente del PE, ocupó cargos en distintas áreas: fue director de Organización y Métodos y secretario de Hacienda. Llegó a ser ministro de Economía; director de Política Fiscal y subsecretario de Comunas y Municipios. También fue secretario de esa área. Fue tesorero de Atlético Tucumán en tres mandatos: 2005/2007, 2013/2016 y 2016/2019.