Las dificultades para el abordaje de los consumos problemáticos han quedado expuestas en la diversidad de propuestas de los candidatos a la gobernación, los cuales, no obstante, han coincidido en la preocupación por la circulación de drogas y en la necesidad de reforzar la atención a las víctimas.

El actual vicegobernador puso el foco en la lucha frontal que la actual gestión provincial está llevando a cabo contra el narcotráfico y contra el narcomenudeo en los barrios vulnerables. Remarcó los resultados positivos de la Ley de Narcomenudeo: “hemos desarticulado 250 kioscos de venta; hemos secuestrado cantidades importantes de droga... hemos detenido 300 personas, y ya han sido condenadas más de 20”, resumió. También señaló que el Gobierno provincial está realizando el trabajo de contención de adictos. Sin embargo, admitió que hay lugares a los que no pudieron llegar y por eso formaron la Red de Organizaciones Intermedias, que la componen más de 76 organizaciones que tienen a su cargo la rehabilitación y la reinserción de jóvenes consumidores.

Un candidato opositor habló del “serio déficit de atención para las personas que atraviesan un consumo problemático”, y propuso definir un plan sistematizado que aborde la prevención de los consumos problemáticos en espacios de socialización, como ser clubes y escuelas; y dijo que el tratamiento de los consumos problemáticos no es un problema de jóvenes, sino que hay que incluir también a las personas mayores y a las mujeres.

Otro dijo que “hay que dejar de tratar a los adictos como si fueran delincuentes”, porque con esa política no se concentran todos los esfuerzos necesarios para su recuperación. También advirtió que se están perdiendo espacios de contención en los barrios, como clubes u otras actividades. Una gran diferencia de criterio se expresó al plantear que hay que despenalizar el consumo de marihuana y criticar la forma en que se aplica la ley de narcomenudeo. Otro candidato, en cambio, propone como punto central la lucha frontal contra el narcotráfico y añadió la necesidad de campañas de concientización contra el uso problemático de drogas, así como fortalecer la salud pública. Un quinto candidato recordó que hay una ley que contempla el dictado de una materia de prevención contra este tipo de prácticas en la educación primaria y que no se estaría aplicando. Propuso un trabajo intenso para “recuperar a miles de niños y jóvenes que hoy están queriendo salir del pozo oscuro del consumo”. Una sexta candidata planteó que hay un entramado en el que el narcotráfico ha penetrado las instituciones y que se debe luchar también contra el consumo recreativo, lo cual también planteó un séptimo candidato, que ha remarcado la falta de coherencia en los mensajes sobre los consumos.

Acaso en los planteos ha faltado la expresión de las dificultades de varios sectores sociales, como se refleja a veces en notas como la de LA GACETA en la escuela del Mercofrut a comienzo del ciclo lectivo. Allí los alumnos conviven con problemas de índole social y económica, emocionales, familiares, interpersonales, relacionados con el aprendizaje que viene de padres no alfabetizados y con la convivencia con situaciones de violencia, abusos y roces con adicciones, lo que en algunos casos lleva al fracaso escolar. “De 130 alumnos que entran en primer año de la secundaria sólo egresan entre 35 y 45”, dijo una docente. Lo cual muestra la complejidad del problema, simplificado en las frases contundentes de los candidatos. Estas, no obstante, abarcan los caminos a seguir y marcan la necesidad de profundos debates para incrementar el tratamiento de esta problemática.