El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, expuso ayer sobre los alcances de la Constitución nacional en distintos temas y uno de ellos fue sobre la economía. “Es relevante preguntarse en este contexto de la República Argentina, de tantas voces, si además de ser la Constitución Nacional un programa de gobierno, también es un programa económico. La respuesta es que sí y las bases de un programa económico que tiene la Constitución es el capitalismo que significa tres cosas: respeto a la propiedad privada, a la iniciativa de los particulares y competencia”, comenzó el juez en Amcham Summit 2023, organizado por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina. “Más allá de las diferencias de matices, un poco más o menos de regulación del Estado, lo propio es que nuestro sistema es el capitalismo y si se quiere otro sistema hay que reformar la Constitución. Y si no estamos hablando de otro país, de otra realidad”, agregó.
En esa línea hizo referencia un tema de debate en estos días de campaña electoral que tiene que ver con la economía y la inflación. “La Constitución manda a defender el valor de la moneda, lo cual tiene que llamarnos la atención respecto de la expansión incontrolada de la emisión monetaria porque eso implica no defender el valor de la moneda y traicionar el mandato de la Constitución que está por encima de todos nosotros”, dijo.
En su exposición señaló que la Carta Magna está basada en la de Estados Unidos pero que en nuestro país hubo un cambio en su funcionamiento en el siglo XX. “La Corte en Argentina es un tribunal de garantías constitucionales pero ha sido asumido como un tribunal que revisa lo que hacen otros tribunales. Más que un vértice, donde llegan pocos casos, a la Corte llegan muchos casos que no son fundamentales sino que expresan la disconformidad con un fallo”, explicó y lo puso en números y expresó que la Corte de Estados Unidos analiza entre 80 y 120 causas por año, mientras que la Argentina tiene un promedio de resolución de expedientes anuales de entre 12.000 y 21.000.
“Eso impide llevar adelante la función fundamental de un tribunal cimero y ese rol tiene que volver a ser el único rol de la Corte Suprema de Justicia y cuando digo que la Corte resuelve todas las semanas 200 casos, el 60% de las causas que nos llegan provienen de los propios organismos del Estado para ganar tiempo pero saben cuál va a ser el resultado de la contienda”, analizó y planteó algunas ideas para modificar ese criterio.
Rosatti marcó que se necesitan plenarios de los tribunales inferiores para homogeneizar los criterios, que se acorten los plazos de resolución, reformas legislativas y diálogo interpoderes. “Que antes de hacer reformas seamos consultados todos”, añadió
“El diseño constitucional marca la división de poderes que esta desde ya la independencia del Poder Judicial y allí la Corte Suprema de Justicia era el tribunal destinado a preservar las garantías constitucionales, los derechos fundamentales y este diseño de la división de poderes”, sostuvo. “Queremos asegurar, desde la Corte, la sustentabilidad jurídica, que es que no se cambien los criterios según la cara del cliente, que no se cambien las normas de manera inconsulta, que haya previsibilidad para que los hombres y mujeres, no solo los de negocios, puedan proyectarse hacia el futuro”, completó.