“Es algo que veía muy lejano. Casi todos los días me preguntaba cuándo iba a volver a jugar. Es una lesión muy fea en la que un día te sentís bien y al otro día estás muy mal”. Nicolás Sansotre camina ancho, sonriente. Aunque intente disimular sus sensaciones, no lo logra porque su mirada deja en claro su felicidad. “Estoy muy contento. Se dio todo perfecto; me sentí con seguridad, con confianza; realmente no esperaba que sea tan así”, dice luego de haber jugado 60 minutos en el empate 1-1 de San Martín contra Jorge Newbery por el torneo de la Liga Tucumana.

El lateral volvió a pisar oficialmente una cancha 238 días (siete meses, tres semanas y cinco días) después de haber sufrido una lesión de ligamentos cruzados. “Lo peor ya pasó. Volví a jugar y me sentí bien. Ahora tengo que seguir trabajando, sumando entrenamientos para poder estar a disposición del cuerpo técnico”, explica, confirmando que lo siente casi como el inicio de una nueva era. “Cuando me lesioné sentí bronca porque estaba en un gran momento; el mejor de mi carrera. Pero ya está, ahora tengo que tratar de recuperar ese nivel”, sentencia en el mano a mano con LA GACETA.

El uno por uno del triunfo de San Martín sobre Patronato

- ¿Cómo fue volver a vivir la previa de un partido?

- Hermoso, lo disfruté mucho. Era lo que necesitaba; quería entrar al vestuario, ver mi ropa, cambiarme y salir a jugar. Le agradezco a Juan Monge, a Mario Vera, quienes me dieron una mano enorme. Y también a los chicos del plantel. Tiene un lindo equipo y me ayudaron mucho. Eso fue lo mejor.

- ¿Creías que iba a ser más complicado el regreso?

- La verdad que sí. Me sentí bien, con mucha confianza, tuve seguridad y en ningún momento tuve dudas. Además, me salió casi todo natural y eso es más lo lindo. Fui con la idea de disfrutar el partido, de tratar de ganar confianza y salió todo redondito.

- ¿Qué sentiste en este tiempo?

- Fue muy difícil. Esta lesión es complicadísima porque te obliga a estar muy fuerte de la cabeza. Sino te caés.

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- ¿Por qué decís que tiene tantos vaivenes anímicos?

- Es tanto el esfuerzo que uno hace con la rodilla, porque la sobrecargás en los entrenamientos, que un día podés hacer todo bien y, tal vez, al otro día no podés ni moverte. Muchas veces pensaba que perdía tiempo, que todo se haría más largo. Pero todo el proceso es necesario y lo fundamental es estar fuerte mentalmente.

- ¿Cómo hiciste para mantenerte con fuerzas?

- Es duro. Pasan días en los que casi odias al fútbol, que es lo más lindo que hay. Pero yo me aferré a la gente del club que me dio una mano enorme; en mis compañeros y sobre todo en mi familia que estaba lejos por el tema de mi hijo. Respecto a todo lo que habíamos pasado el año pasado con mi esposa y mi gordito, a esto lo tomé sólo como una piedrita en el camino. Y así fue.

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- ¿Y ahora? ¿Qué esperás?

- Sumar entrenamientos. Yo recién me reincorporé junto al grupo el pasado martes, el día que asumió Pablo (Frontini). Se trabajó muy bien, muy intenso; y me banqué todos los trabajos. Eso fue lo mejor. Creo que el ritmo que estamos teniendo en las prácticas, me va a ayudar.

- Pasó lo peor, ¿pensás en volver al nivel de antes de la lesión?

- Y sí, es la idea. Debo ver lo que hice el año pasado y seguir aprendiendo. Desde que llegó este cuerpo técnico, se vio una idea clara. Veo todo muy parecido a lo que vivimos el año pasado; ojalá que yo también pueda recuperar mi mejor nivel.

- Tu regreso justo se puede dar en una etapa linda del equipo...

- Y... el domingo el equipo respondió ante un Patronato que tiene muy buenos jugadores; casi un plantel de Primera. Va a ser difícil encontrar lo mejor, pero se vio un poco de la idea que tiene Pablo. Ojalá yo pueda ayudar.

- ¿Lograr el objetivo grupal sería el premio ideal a tu sacrificio?

- Obvio. Pero eso es a largo plazo. Hoy sólo quiero volver a jugar en Primera, con los chicos, y tratar de darle una mano a San Martín por lo que me brindó en este tiempo tan difícil para mí.

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Se juega en “la isla”

En las últimas horas había trascendido que el duelo del próximo lunes, contra Güemes, podría jugarse en cancha de Central Córdoba. El motivo era que los estadios del “Gaucho” y de Mitre estaban siendo examinados para ser campos de entrenamientos de las selecciones que visiten Santiago del Estero durante el Mundial sub-20. Sin embargo, según explicaron desde la vecina provincia, el único que superó los controles fue el estadio del “aurinegro”. Así, Güemes recibirá al “santo” en “la isla”.