Muchas esquinas céntricas se están convirtiendo en trampas para los transeúntes a causa de la desaparición de tapas de servicios públicos, ya sea de agua o de la empresa telefónica, con lo cual quedan pozos entre las baldosas. El mismo fenómeno se da en muchas bocacalles, con la desaparición de las bocas de registro de las cloacas, que dependen de la Sociedad Aguas de Tucumán.
Hay casos que llevan años, sobre todo en la periferia de San Miguel de Tucumán, y que han sido destacados por los lectores en nuestra sección de LA GACETA en WhatsApp. Tal es el caso de las bocas de registro en la calle Bolivia a la altura de Junín y Maipú, donde son frecuentes las frenadas y los accidentes a causa de que –sobre todo de noche- los autos golpean sus ruedas o su tren delantero en esos pozos. El año pasado el director de Obras capitalino revelaba que faltaban 300 tapas. “También genera que la basura hace que, por la falta de la tapa, colapse la cloaca y ese líquido, que es muy contaminante, corra por el asfalto y lo rompa”, dijo entonces. En Yerba Buena pasaba lo mismo. Para ese tiempo, se había logrado disminuir la incidencia de robo de unas 30 bocas de registro al mes a tres o cuatro por mes.
Las tapas que se roban y pesan 70 kilos se venden en un mercado negro. La SAT debe reponer las tapas y lo hace comprándolas al por mayor pero, a veces, debido a la variación del precio del hierro, deben ir comprando por unidad. “El robo de bocas de registro es estacional, se da por períodos. Hay días en donde se roban 10 bocas de registro y otros en donde no hay robos. ¿A qué se debe? Lo desconocemos. Sí sabemos que las rompen y venden por kilo por eso comenzamos a cambiar las bocas de registro por otros materiales que no son reutilizables para que no haya comercialización”, explicó entonces el gerente de la SAT. Ahora las están reemplazando por otras de hierro dúctil, que desalienta el robo.
También se produce sustracción de cables de cobre. Un equipo de bombeo que brinda agua a un barrio entero posee este material y a veces roban un metro de cable y dejan sin agua a cientos de familias, dijo el funcionario. Lo mismo ocurre con los cables de alumbrado público: en 2021 se estimó que se perdieron alrededor de 98 kilómetros de cables a manos, se presume, de bandas organizadas.
Y ahora se suma el robo de las tapas de las veredas, señalado también por los lectores en LgwhatsApp,en la esquina de Córdoba y Balcarce o los cruces de Ayacucho con San Lorenzo y con Las Piedras , con lo que ahora crece el riesgo para los transeúntes. Según la Patrulla de Protección Ciudadana capitalina, el mercado negro ha crecido y aún no se ha encontrado la manera de frenar la compra de material ilegal en los corralones. La Municipalidad ha realizado mesas para prevención de vandalismo en los espacios públicos con distintos referentes sociales, organismos provinciales y con la justicia, en busca de hallar caminos de solución. Correspondería que comiencen a aplicarse ideas para enfrentar este problema que va creciendo y afecta notoriamente la vida ciudadana.