Una vez más, compuso el perfil de personaje que más éxito le dio. Y fue la última vez que lo hizo: luego de haber protagonizado “En el lugar equivocado”, Bruce Willis tuvo que retirarse de los sets e hizo pública la enfermedad neurodegenerativa que padece, que primero fue identificada como asafia y luego diagnosticada como demencia frontotemporal.
La película de acción (con toques de humor) llegó a la pantalla de Netflix y rápidamente se instaló entre las preferencias de la audiencia de la plataforma de streaming. El disparador de la historia dirigida por Mike Burns es el guardia de seguridad Frank (interpretado por Willis), quien fue policía y ahora vive su retiro en una pequeña ciudad, con una casa en el bosque, luego de que quedó viudo por un accidente de tránsito.
El azar lo pone como el principal e involuntario testigo contra un narcotraficante detenido. El hijo del delincuente decide orquestar una persecución para evitar que declare, en la cual se verá envuelta la hija de Frank, quien padece cáncer y está circunstancialmente de visita en el lugar. Ahora deberán pelear por su vida contra un grupo mafioso altamente armado en un guión escrito por Bill Lawrence.
La producción tiene en el reparto a Massi Furlan, Michael Sirow, Ashley Greene y Texas Battle, pero todo apunta a Willis en varias docenas de películas que rodó a toda velocidad entre 2020 y el año pasado, antes de que la enfermedad le impidiese seguir filmando a los 67 años.
Su propósito era dejarle una buena caja de dinero a su familia, sin importarle la calidad de las películas que protagonizaba, al punto que la mayoría terminó nutriendo la pantalla chica sin pasar por las salas de los cines que añoran el tiempo -que nunca volverá- en que Willis estaba en su plenitud.