La modalidad de estafa que utilizaron con este sevillano es sorprendente, pero no poco común. Los ciberestafadores, mediante suplantación de identidad, enviaron a la víctima la dirección de su hija, dato que hizo que el padre confiara y realizara la transferencia por € 2.500.
El phishing suma cada vez más nombres a la interminable cantidad de víctimas que caen en sus redes. Esta vez le tocó a un hombre de Sevilla que fue contactado por un estafador haciéndose pasar por su hija. Con un plan bien diseñado y bajo el argumento de la urgencia, el delincuente solicitó dinero y la víctima cayó.
A las 14.30 de un día normal, el hombre recibió un mensaje desde el número desconocido. Allí, alguien que decía ser su hija le pedía que se comunicara por ese canal porque, supuestamente, su teléfono móvil había sufrido una falla y debía repararlo.
Robo de € 2.500 por WhatsApp
La estrategia para realizar la estafa no fue de gran complejidad, pero sí de una agilidad destacable. La supuesta hija del sevillano le hizo saber, desde su “nuevo número”, que necesitaba abonar una computadora por el valor de € 2.500 y que debía realizar el pago de forma inmediata.
“¿Puedo enviarte los detalles de pago para que puedas pagar por mí?”, consultaron al hombre, quien le ofreció a “su hija” encontrarse para realizar la operación de manera presencial. Claramente, el estafador rechazó la propuesta, indicándole que debía realizar el pago antes de la próxima media hora.
La víctima, preocupada pero confundida, intuyó que podía tratarse de una treta. “No se perderá este pago?”, consultó tras haber recibido el alias de la cuenta. “No me fio”, escribió el hombre y procedió a pedir a su hija que le dijera su dirección. Lo que después causó sorpresa fue que los estafadores le enviaron el dato exacto que había solicitado.
Las denuncias de estafas por WhatsApp
Las autoridades recalcaron la importancia de denunciar las estafas de este tipo pues, cuanto mayor información se tenga, podría resultar más fácil rastrear a los criminales. El hombre de Sevilla hizo la denuncia correspondiente e informó, con preocupación, que había accedido a hacer el pago por una sencilla razón: "sabían la dirección de mi hija".
La Policía Nacional de España dió avisos en sus redes de las modalidades bajo las cuales los delincuentes tienden a operar.