Aunque en los últimos días disminuyó el registro de casos, el dengue sigue latente en Argentina. Es por eso que aún en los días fríos debemos sostener las medidas de prevención en nuestras casas porque el mosquito transmisor de la enfermedad es hogareño. 

La clave para evitar la propagación del mosquito Aedes es no dejar terrenos fértiles a potenciales criaderos. Esto significa evitar la acumulación de agua dentro de las viviendas. El insecto busca floreros, bebederos de mascotas, canaletas, platos de macetas y cubiertas de autos sin uso para colocar sus huevos. 

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Expertos del CONICET le explicaron a Clarín que desde las 48 o 72 horas que queda estancada el agua es potencialmente riesgosa para la proliferación del mosquito.  Regar en exceso es un problema: platos de macetas que desbordan es un ejemplo de un posible criadero que parece imperceptible, según explicó Juan Manuel Carballeda, doctor en Biología, investigador del CONICET y docente universitario, a Clarín.

"Tirar agua hirviendo o lavandina por las rejillas con frecuencia, o en los desagües, ayuda a matar a las larvas del Aedes", cierra el experto. Esta es una de las cuestiones más caseras y comunes que podrían contribuir a frenar el brote.

"Las rejillas al aire libre, esto puede ser en un patio, en una terraza, un balcón, donde queda un poquito de agua bien abajo que casi no se ve y allí el mosquito deja los huevos, el mejor cuidado para eso es tirar agua hirviendo", sumaron desde Epidemiología del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. 

Dengue: cuál es el mayor riesgo de ser asintomático

Se calcula que por cada paciente con síntomas, hay otras tres personas que tuvieron dengue asintomático. Por lo cual, la mayoría no son registrados en el sistema de salud. Esto significa que las infecciones reales por esta enfermedad en Argentina podrían ser muchas más.

También se estima que esas personas con dengue asintomático pueden ser picadas por mosquitos, elevando la posibilidad de un aumento de los casos, ya que estos insectos pueden infectarse con el virus y a su vez transmitirlo a personas sanas.

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“Esto hace principalmente, que la situación epidemiológicas sea muy compleja, porque generalmente, los pacientes asintomáticos pueden llegar a ser los motores de los contagios. No así los sintomáticos ya que estos son los que van a estar consultando, pero los asintomáticos, son los que eventualmente pueden transformarse en motores de cualquier epidemia”, detalló el médico infectólogo Gustavo Echenique.