Una nueva matanza revolucionó Estados Unidos. Un hombre armado atacó y asesinó a cinco personas en Cleveland, Texas. El principal sospechoso del ataque es un vecino de la familia fallecida, Francisco Oropesa, de nacionalidad mexicana, que actualmente se encuentra prófugo y quien fue deportado cinco veces del país por inmigración ilegal.
El ataque se habría producido luego de que los vecinos pidieran a Oropesa que dejara de practicar puntería con su arma en el patio de su casa para que su bebé pudiera dormir. Luego de eso se produjo una discusión tras la que Oropesa decidió tomar represalias.
La matanza fue calificada como de estilo de ejecución. De las 10 personas que se encontraban en la casa, fallecieron cinco: cuatro adultos y un menor de edad. Los adultos Sonia Argentina Guzman, de 25 años; Diana Velázquez Alvarado, de 21; Julisa Molina Rivera, de 31 y José Jonathan Cazares, de 18 fueron declarados muertos en la escena del crimen. El niño, Daniel Enrique Laso Guzmán, de entre 8 y 9 años fue trasladado a un hospital donde finalmente fue declarado muerto.
Sospechoso de la matanza de Texas: prófugo
Oropesa, mientras tanto, se encuentra prófugo, sin ningún indicio de su refugio. Por ello, las autoridades ofrecen una recompensa de U$S 80.000 por información que permita a la policía dar con su paradero.”No sabemos dónde está y por eso acudimos a esta recompensa”, explicó James Smith, agente especial a cargo del FBI Houston.
El secretario de DHS, Alejandro Mayorkas fue consultado respecto al estado de migración del fugitivo. El periodista Chuck Todd preguntó sobre la posibilidad de que Oropesa hubiera tenido una carta del consulado, pero que se hubiera quedado más tiempo del habilitado en Estados Unidas. Mayorkas, por su parte, prefirió no dar detalles. “No voy a hacer comentarios al respecto porque es una causa activa, esta tragedia que sucedió es absolutamente horrorosa”, declaró.
La incansable búsqueda de Oropesa
Pese a que Smith reconoció que se desconoce el paradero del inmigrante mexicano, dijo estar seguro de que el atacante debió haber intentando comunicarse con sus allegados por lo que la investigación intentaría dar con esos posibles contactos.
El departamento del FBI de Houston publicó imágenes de Oropesa para que el público pudiera denunciar en caso de reconocerlo. Entre las fotografías se incluyeron imágenes del rostro del mexicano y de un “prominente tatuaje” que lleva en su antebrazo izquierdo.
La principal crítica al caso hizo resurgir la problemática que representa para los estadounidenses la libre portación de armas y lo accesibles que son al público general. Según algunas fuentes, este sería el tiroteo número 174 en 119 días transcurridos en 2023.