Al finalizar abril, en los campos tucumanos se perciben los graves efectos que provocó la sequía en todos los cultivos: soja, maíz, poroto, caña de azúcar, cítricos, hortalizas y pasturas, entre otros. Las lluvias, que finalmente aparecieron en este mes y permitieron que la gran mayoría de los suelos disponga hoy de humedad, hicieron que el productor mire de otra manera esta nefasta campaña agrícola que está finalizando, sobre todo, el de granos, y tenga cierto optimismo para la invernal siembra que se avecina.

Al productor tucumano le afectó mucho la seca. Los lotes de soja que están siendo trillados muestran los efectos de la falta de agua en los cultivos; mientras que en los cañaverales y las quintas de limón, que podrán ser cosechados en cualquier momento o ya ingresaron también, se observan las consecuencias en las proyecciones de rendimientos por hectárea.

Sequía: se perdieron U$S 20.468 millones, según Crea

Lo más preocupante es que, a pesar de lo que el sector productivo está pasando, los posibles ingresos no serán lo suficiente para financiar las labores cotidianas que el campo requiere, además de solventar los gastos de la venidera siembra y afrontar la crisis económica que actualmente existe con una galopante inflación. A la clase política y gobernante solo le interesa ver la forma que a las urnas lleguen sus votos y se perpetúen en el poder.

Tan es así que nadie habla sobre lo que pasará ni qué harán para sostener el más importante aparato productivo y que genera divisas al país. Las retenciones, que actualmente afectan al campo en todos los productos que se exportan a los mercados internacionales, parece ser un tabú para la clase política actual y para aquellos que vendrán a fin de año una vez que ganan las elecciones.

Hoy, el campo la está pasando muy mal por la poca o nula rentabilidad que tiene la producción agropecuaria nacional, jaqueada por la sequía y, por supuesto, por el régimen de retenciones.

Muchos economistas y dirigentes rurales afirman que las retenciones son un impuesto distorsivo, que complicaron muchas economías regionales. Y se sabe que, a la hora de adoptar una política para un sector, no se puede medir con la misma vara frente a otras zonas distintas debido a la particular situación financiera, económica y de importancia social de cada una, y a sus diferentes condiciones a la hora de producir.

Las temperaturas elevadas y sequía afectaron la caña

En varias oportunidades se dio a conocer la opinión de políticos y de empresarios acerca del real escenario de las economías regionales. Y a pesar de que las retenciones disminuyeron para algunas economías, ciertas producciones del país, que se dan en zonas relativamente marginales, la están pasando bastante mal.

Sin duda, en el país y en la provincia existen actividades que funcionan relativamente bien y son ejemplos por la forma en que se organizaron para producir adecuadamente. La situación es muy diferente hoy. Se trata de un espejo para aprender. Diversas producciones podrían tomar ese camino, con miras a concretar o aumentar sus exportaciones actuales. Cuidado, la aplicación de retenciones de manera discrecional puede afectar profundamente estas economías ya ahogadas.

Se debe tener en claro que las economías regionales resultan fundamentales para el crecimiento del país. Y para los habitantes de las regiones donde estas se desarrollan, resultan muy importantes porque manejan la macroeconomía regional y, por ende, la forma de vida de una gran cantidad de personas. Se trata de actividades productivas que se localizan fuera del área pampeana.

Históricamente, la producción de estas economías estuvo destinada al mercado interno, pero con el paso del tiempo y a merced de un adecuado uso de la tecnología, lograron crecer y hacer que lo producido tenga destino exterior.

Según diversos especialistas e investigadores, las producciones en el NOA deberían ser consideradas economías regionales. Si en lugar de protegerlas se persiste con las retenciones a las exportaciones, sólo se logrará que la premisa de exportar deje de ser una prioridad.

Actualmente, los pedidos de las diferentes organizaciones de productores pasan porque se implementen políticas que incentiven la producción, generando excedentes para la exportación, como el financiamiento de productores adeudados, una baja profunda en la presión tributaria, el reintegro de las exportaciones y la disminución o eliminación de las retenciones, entre otras.

El sector de granos del país, incluido el de la región, está convencido de que las actuales retenciones a las exportaciones impuestas sólo afecta el real potencial productivo de las actividades.

El presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario pidió "medidas urgentes" por la sequía

La pérdida de competitividad, fruto de la inflación, del aumento de costos en dólares, de la creciente presión fiscal -retenciones a las exportaciones- y del alto costo de financiamiento, ha impactado negativamente en la viabilidad de estos sectores productivos.