Dos versiones enfrentan al Gobierno provincial y al Frente de Izquierda y Trabajadores (FIT) respecto a la situación laboral de Juan José Paz, el candidato a intendente por este partido opositor que denunció haber sido echado de su cargo en el Hospital Padilla tras haber participado del debate organizado por LA GACETA en "Panorama Tucumano".
Paz, en una entrevista con “LA GACETA Central”, insistió hoy con su versión de que perdió su puesto como médico de Guardia por integrar un espacio contrario al PJ-Frente de Todos. “No me están corriendo por ser un mal médico, sino por mis ideas”, reafirmó el dirigente del FIT.
Miguel Ferre Contreras, secretario ejecutivo médico del Sistema Provincial de Salud, negó sin embargo esta versión, y aseguró que, de hecho, está prevista la continuidad del profesional en su actual puesto al menos hasta mayo, manteniendo la figura de reemplazante. “No hay represalias, de ninguna manera”, aseveró el funcionario durante el móvil con LG Play. Y sugirió que el planteo de Paz está vinculado a los tiempos electorales que atraviesa Tucumán y a su participación en el debate de candidatos. “Claramente, algún tipo de intencionalidad”, manifestó Ferre Contreras.
“Hay persecuciones”, afirmó Paz
Paz había participado el martes del debate junto a Beatriz Ávila (JxC), Rossana Chahla (FdT), Eduardo Verón Guerra (FR) y José Vera (Libres del Sur). Luego, a través de un comunicado de prensa, el médico remarcó que había perdido su puesto como consecuencia “del autoritarismo” del Gobierno provincial. Hoy reafirmó esta versión en los estudios de LG Play.
“Vengo trabajando en el hospital de forma precarizada hace 10 años; ingresé primero como residente de Neurología, luego fui jefe de Residentes, y en los años sucesivos empecé haciendo reemplazos”, detalló el dirigente de izquierda.
Remarcó que otros colegas del ámbito de la sanidad, pese a haber ingresado con posterioridad, lograron pasar a planta transitoria o incluso planta permanente. Por ello, consideró que es víctima de “un ataque político”. “Soy el único trabajador candidato a intendente de un partido opositor al gobierno, y de repente me informan que se me había dado de baja”, aseveró. Y consideró que “no hay otra explicación” para lo sucedido.
“El mensaje que quiere dar el gobierno es que los trabajadores no tienen que pensar en política, o que (en caso de hacerlo) sea una política adherente a la de ellos”, añadió Paz.
Sostuvo luego que, en el ámbito de la salud pública, “hay persecuciones cuando los trabajadores hablan o reclaman”.
La respuesta del Siprosa: "No hay persecución"
Ferre Contreras detalló que el Sistema de Salud cuenta con 22.000 agentes registrados bajo diferentes figuras laborales. “En tanta cantidad de personas, la multiplicidad de ideologías y de filiaciones políticas y partidarias es múltiple; eso de ninguna manera condiciona la actitud que el Siprosa tiene como empleador hacia ninguna de ellas”, indicó el funcionario.
Además, explicó que Paz viene prestando servicios “de manera intermitente, de acuerdo a la necesidad del hospital”, y que esos reemplazos “se autorizan y validan mes a mes”. En esa línea, mostró sorpresa porque, según dijo, el dirigente del FIT “está trabajando en abril y tiene que cumplir hasta fin de mes”. “Además, desde el hospital se solicitó la continuidad del reemplazo para mayo, ya que el titular (del cargo) no podrá hacerlo. Y está autorizado ese reemplazo. La verdad que no comprendo cuál es el planteo”, expresó.
Ferre Contreras interpretó que se dio “una cuestión circunstancial”, producida por la postulación de Paz y su participación en el debate organizado por LA GACETA. “Es un reclamo más como candidato que como empleado”, indicó. Y agregó que “no puede haber una figura de despido, cuando no hay una relación contractual”.
El secretario ejecutivo médico del Siprosa no descartó que haya existido “alguna cuestión de comunicación de la información” por parte del área de recursos humanos del Padilla, pero insistió con que “la continuidad está dada” para mayo. “En junio veremos la necesidad del hospital”, acotó. Aunque desmintió que existan “represalias” en el ámbito de la salud pública. “De ninguna manera”, aseveró.