El Banco Central de la República Argentina (BCRA) subió ayer su tasa de interés de referencia en 300 puntos básicos al 81% ante la escalada inflacionaria registrada en marzo.

El aumento es el segundo consecutivo, ya que en marzo la autoridad monetaria elevó el rendimiento de las llamadas letras Leliq del 75% al 78%, tras cinco meses de estabilidad.

Ante la búsqueda de ahorro en moneda dura como protección frente a la inflación, el Banco Central informó que para incentivar el ahorro en pesos elevó los límites mínimos de las tasas de interés sobre los plazos fijos, llevándolos a un 81% anual para depósitos de hasta $ 10 millones y de 72,5% para el resto de los plazos fijos.

"El BCRA continuará monitoreando la evolución del nivel general de precios, la dinámica del mercado de cambios y de los agregados monetarios a los efectos de calibrar su política de tasas", dijo la entidad en el comunicado.

Plazo fijo

Tras la suba de tasa, un plazo fijo a 30 días por $100.000 devuelve una vez cumplido el plazo de un mes $106.660. Esto es, los $100.000 de capital inicial más $6.660 de intereses. Al cabo de un año, y siempre que se renueven los plazos fijos junto con los intereses, permitirá tener en cuenta $219.100, más del doble de lo invertido inicialmente.

Esto es, 12 plazos fijos consecutivos en los que se reinvierte capital e intereses cada vez, devuelven $219.100 al cabo de 360 días (suponiendo que la tasa se mantiene estable durante esas doce colocaciones).

Pero para saber si el plazo fijo le ganará o no a la suba de precios, es necesario estimar cuánto será la inflación futura. En abril, el costo de vida aumentaría un 6,3%, según el Relevamiento de Expectativas de Mercados (REM) que realiza el propio BCRA. Sin embargo, algunas consultoras privadas ya dicen que la cifra podría estar desactualizada y pronostican que podría “empezar con el número ocho”.