“No fue fácil llegar a esta decisión”, fueron las palabras que emitió el juez Bernardo L’Erario Babot antes de dar a conocer el fallo. En medio de un conmovedor silencio, el magistrado anunció que condenaba a Marcelo Peretti a 11 años de prisión por el crimen de César Satle. También resolvió que el monto de la reparación que debe abonar el penado será de $30 millones, el 30% de los $100 millones que habían exigido.

El 25 de mayo de 2022 el acusado estaba en un boliche de la capital con la ex pareja de Satle. Este llegó al lugar y agredió de un golpe de puño a Peretti. El agresor fue reducido por personal de seguridad y expulsado del local. El lesionado se retiró a su domicilio y cuando estaba curándose de las lesiones que había sufrido, comenzaron a intercambiar mensajes por WhatsApp. Peretti fue a buscar al atacante a su casa y se produjo un tiroteo donde perdió la vida Satle.

Los acusadores coincidieron en que Peretti debía ser condenado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, aunque difirieron sobre el monto de la pena. El fiscal Carlos Sale solicitó 12 años; los querellantes Cergio Morfil y Gerónimo Martínez Molina, 15. Los defensores José María Molina, Ernesto García Biagosch y Patricio Frescia solicitaron que Peretti fuese absuelto, al considerar que se había defendido de un ataque; o que recibiese una pena de tres años condicional, por exceso en la defensa.

L’Erario Babot se inclinó por la teoría que plantearon los acusadores y aclaró que los peritos de la defensa no lograron contrarrestar el trabajo realizado por los especialistas del Ministerio Público.

Antes de que se escuchara la sentencia, habló Nicolás Satle, hijo de la víctima. “Esta fue una venganza. Destruyó toda una familia por querer tomarse revancha por el golpe que recibió. Peretti también declaró. “Fui a pelear mano a mano, pero me tendió una emboscada. Él fue quien intentó matarme dos veces. La primera, en el boliche, cuando me dio un golpe de puño por la espalda y después me recibió a los tiros”, concluyó.