Era un sector en el que durante la noche reinaba la inseguridad y el desconcierto a causa de la oscuridad. Una situación que se venía dando desde hace más de 10 años cuando se inauguró el tramo y que, pese a los reclamos de solución al problema, no se lograba concretar. Hubo promesas de ayuda de gobiernos nacionales que no se cumplieron. El municipio de Concepción finalmente encaró la obra con recursos propios.

Así, a partir de este martes, y luego de dos meses de intenso trabajo, el acceso este a Concepción, por la traza nueva de la ruta 38, y la rotonda derivadora de tránsito, dispone de un moderno sistema de iluminación.

Primera parte

Se trata de la primera parte de una obra que hasta ahora ha demandado una inversión de $50 millones. Se instalaron 207 luminarias a lo largo de 4.500 metros que abarcan la rotonda, los tramos de acceso, la bajada de los sectores norte y sur y el puente elevado por encima de la ruta 329 que conduce a Villa La Trinidad. Parte de esta carretera también tiene ahora iluminación.

La obra venía siendo reclamada desde hace tiempo por los vecinos locales y los de otros pueblos y ciudades que sufrían durante las noches ataques de delincuentes. También se producían accidentes. La inseguridad se manifestó incluso cuando la Municipalidad comenzó con la obra: dos columnas con lámparas LED fueron robadas por desconocidos en la noche del mismo día en que se las colocó. Las bases aún no habían sido selladas.

El acto de habilitación del servicio se realizó con la presencia del intendente Alejandro Molinuevo, funcionarios municipales, ediles, invitados y público en general. “Finalmente hemos logrado concretar esta etapa importante de iluminación de este sector. Concepción se merecía un acceso acorde a la ciudad que es”, dijo. Precisó que con la ampliación de la iluminación por la Avenida del Bicentenario, hasta la rotonda sur, la inversión ascenderá a $200 millones. Ese tramo es de más de 2.500 metros.

Falta Monteros

Alberto Correa, vecino de La Trinidad, habló en el acto a fin de agradecer, en nombre de la gente de su pueblo, por esta obra que, según dijo, “es vital para desterrar la inseguridad que generaba la oscuridad y de la que fuimos víctimas muchos de quienes a diario pasamos por este lugar”.

Concepción y Monteros eran las únicas ciudades del sur que carecían de iluminación en los accesos por la traza nueva de la 38. Ahora le resta a la ciudad “Fortaleza del Folclore” instrumentar esa obra.