Implicaban una desgastante logística para su armado y su resguardo. También un importante despliegue para su entrega. Así y todo, esta operatoria valía la pena, puesto que permitía satisfacer una demanda ya instalada como uso y costumbre en cada votación en Tucumán. Durante varios años, los “bolsones” funcionaron como el principal combustible de ciertas maquinarias electorales. Pero, como a todo, parece haberles llegado su final.

Distintos referentes y armadores territoriales coincidieron por lo bajo en que aquella histórica práctica -evidenciada en múltiples oportunidades a través de las páginas de LA GACETA- se vio desplazada por diversas razones. Y, en paralelo, el cierre de la etapa del bolsón abrió paso a nuevas estrategias para tratar de captar adhesiones.

La penalización del clientelismo político está prevista en el Código Electoral Nacional, de aplicación supletoria en las elecciones provinciales. Esa norma, en su artículo 139, establece que quien induzca a otro ciudadano o ciudadana a sufragar de determinada manera -o a no votar-, mediante la entrega de dádivas de cualquier tipo, será penado con prisión de uno a tres años.

De todos modos, durante décadas el reparto de bolsones se llevó adelante sin mayores inconvenientes en la provincia.

En 2007, el por entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia -y luego diputado del PJ-, Alfredo Carlos Dato, sugirió que no era sencillo determinar como delito la entrega de estos módulos de productos (como yerba mate, azúcar, aceite, arroz y fideos). “Es imposible comprobar cómo influyó un bolsón en la voluntad de un elector”, señaló el entonces titular de la Junta Electoral Provincial (JEP). Advirtió que, según la normativa, “la irregularidad consiste en hacer que la gente no se pueda expresar libremente”. Y definió el tema como “complejo”, ya que “el secreto del voto no puede ser relevado en ningún momento”.

Si bien tuvieron su época de apogeo durante esa década y la siguiente, los bolsones comenzaron a caer en desuso en el último tiempo. Y aparecieron nuevas formas y modalidades -en sectores del oficialismo y de la oposición-, como la entrega de tickets de compras para supermercados.

El antecedente de 2021

Las versiones coinciden en que las intermedias de 2021 representan un mojón en la historia de los bolsones.

Un poco por lo complejo de la logística necesaria para el reparto de comida, y en parte por el impacto de la crisis económica y la caída del poder adquisitivo, en los territorios -en especial, ciertos circuitos de la Capital- comenzó a tener preponderancia la entrega de dinero en efectivo. Incluso, en montos menores a los que equivaldría todo el paquete de productos alimenticios. Y todo apunta a que esta será la práctica que se impondrá el 14 de mayo.

Los montos, por ahora, no están determinados. El argumento de la inflación sirve para ganar tiempo y evitar que los aparatos con más recursos disparen la cotización. Algunos hablan de un promedio de $3.500, con un piso de $2.000 y un techo de $5.000. Pero quienes están abocados a esta tarea afirman que, en definitiva, al valor final lo pondrá “el mercado”.

Algunos optarán además por una tarifa doble. La idea es que, mientras más temprano la persona concurra a la escuela para depositar el sobre en la urna, más elevada será la suma a percibir.

Por ejemplo, pasado el mediodía, la cifra podría reducirse en $500 o $1.000.

Con esto, por un lado, estos dirigentes apuntan a garantizarse adhesiones con antelación y, por otro, a contrarrestar a los especuladores. Por supuesto, todo dependerá de las planillas preliminares que acercan los fiscales partidarios: si los primeros datos no resultan alentadores, inclusive es posible que surja algún “refuerzo” para convencer a los remolones.

De controles y “movilizadores”

La cuestión de los controles no es un detalle menor. De hecho, los propios referentes admiten que sólo el vecino sabrá qué boleta colocó en el sobre. Pero existen herramientas para tener ciertas referencias.

La maquinaria electoral tiene en los dirigentes barriales o “punteros” a sus jugadores clave. Serán ellos quienes manejen las nóminas de “movilizadores” y “movilizados”. Así, podrán contabilizar al final de la jornada cuántos votantes fueron acercados a cada lugar de votación, y cotejar estos números con los datos aportados por los fiscales de mesa.

También hay maneras de evitar el “doble cobro” por parte del votante, aseguran los especialistas en la materia. Por ejemplo, haciendo una pequeña cruz u otra marca con una birome en el troquel que recibe cada ciudadano luego de sufragar.

Mientras la fecha se acerca, los armadores comienzan a aceitar las piezas de la máquina que saldrá a conquistar electores el 14-M. Se espera que sólo en la Capital medio centenar de “acoples” y partidos compitan ese domingo, cuando se pondrá en juego el reparto del poder en la provincia hasta 2027.

En cinco claves: Cómo consultar el padrón definitivo de Tucumán

La Junta Electoral Provincial habilitó una página para que ciudadanos y ciudadanas cotejen sus datos, de cara a los comicios del 14 de mayo.

Falta menos de un mes y medio para la votación que definirá los 347 cargos electivos provinciales, incluyendo gobernador y vice. Y los ciudadanos y ciudadanas de Tucumán ya pueden saber si están en condiciones de sufragar.

Esta semana, la Junta Electoral Provincial (JEP) habilitó la consulta del padrón definitivo de las tres secciones electorales de Tucumán. ¿Qué pasa si mi nombre no aparece? ¿Todavía hay tiempo para subsanar errores? ¿Cómo se hace este trámite? A continuación, cinco claves sobre el padrón definitivo para los próximos comicios.

1) ¿Estoy en el padrón?

La Junta Electoral Provincial (JEP) dispuso en su sitio web oficial un link para consultar la inclusión en el padrón definitivo para los comicios del 14 de mayo (electoraltucuman.gob.ar/).

Completar el formulario es muy sencillo: se ingresa el número de DNI (sin puntos), el sexo (masculino, femenino y no binario) y el código de seguridad que aparece en la imagen. Luego, se da clic en “buscar en padrón”. Allí aparecen todos los datos del elector: nombre completo, domicilio de residencia y circuito asignado, entre otros.

2) ¿Se puede consultar los padrones de manera física?

Sí. Los ciudadanos y ciudadanas podrán verificar su inclusión en el padrón y los datos de cada uno en la sede de la Junta Electoral Provincial, La Madrid 661, de 7 a 20; también en los Centros Judiciales de Concepción y de Monteros, y en los Juzgados de Paz.

3) ¿Por qué en el padrón no dice dónde voto?

La consulta del padrón definitivo no informa aún la escuela de votación, dado que la ubicación de las mesas se definirá el próximo martes 10, según el cronograma electoral vigente.

Pero cotejar si el nombre y los demás datos personales figuran correctamente -así como la baja de las personas fallecidas, por ejemplo- es importante para el desarrollo de los comicios.

4) ¿Qué pasa si mi nombre no aparece o detecto algún error?

La ley electoral (7.876, artículo 13°) establece que los ciudadanos y los partidos políticos podrán solicitar, dentro de los 10 días siguientes al de la exhibición del padrón definitivo, “que se subsanen los errores y omisiones existentes”.

Según el cronograma electoral, hay plazo hasta el próximo lunes 10, a las 20, para efectuar este trámite.

5) ¿Cómo se hace el reclamo por el padrón definitivo?

Si hubiera algún error u omisión, los interesados podrán hacer el reclamo correspondiente en caso de no figurar en el padrón o de estar registrados en forma errónea. También podrán solicitar que se elimine del padrón a los electores fallecidos, a los inscriptos más de una vez; y a quienes se encuentren comprendidos en las inhabilidades previstas por ley.

El reclamo deberá efectuarse por nota escrita -con duplicado-, dirigida al “presidente de la Honorable Junta Electoral Provincial, Dr. Daniel Leiva”; o bien imprimiendo el Formulario de Reclamo que se publica en la página web del organismo de control.

En ambos casos deberá adjuntarse copia del documento cívico y exhibirlo en el momento de la presentación, así como toda documentación relevante para justificar la corrección en cuestión (por ejemplo, un certificado de residencia, en caso de figurar en una jurisdicción errónea; o un acta de defunción, si la persona registrada ha fallecido).