El ministro de Salud expresó cabalmente que la población debe declararle la guerra al mosquito vector del dengue mediante el descacharramiento, el desmalezamiento puertas adentro de las casas y en los lotes privados, y el uso de repelentes. Lo hizo durante la entrevista en el ciclo “Panorama Tucumano” y también expresó que se trata de una tarea en la que deben actuar unidos Provincia, municipios y ciudadanía, pero puso énfasis en que “los criaderos están dentro de las casas”, lo cual es una afirmación que repiten constantemente las autoridades de salud.

Pero la asignación de responsabilidades debería ser más cuidadosa. En efecto, las complicaciones que causa la falta de cuidados es notoria siempre en estas circunstancias. Un título de LA GACETA del 24 de septiembre de 2009, durante la epidemia de entonces, decía: “Le temen al dengue, pero no eliminan los cacharros”, lo cual muestra que el discurso oficial era similar en cuanto a las responsabilidades. En estas últimas semanas hemos apreciado diferentes situaciones, sobre todo en las zonas críticas –Lules, como muestra nuestra producción de hoy, y la zona sur de San Miguel de Tucumán, como mostraron las notas en la zona del CAPS del barrio Ejército Argentino- en las que se puede ver la desesperación de los vecinos en medio de canales llenos de agua estancada y pérdidas de agua en las calles. Las intendencias afirmaron que se hicieron tareas en conjunto con el Siprosa y los vecinos. “Llevamos unos tres meses trabajando en conjunto con el Siprosa, haciendo operativos selectivos y generales. También hemos actuado a solicitud de los vecinos que necesitan el servicio de fumigación y deschatarreo en toda la ciudad”, contó a LA GACETA el intendente de Tafí Viejo. El intendente de Yerba Buena señaló que “hace siete años venimos descacharrando y todo. Obviamente en esta época, cuando aparece el mosquito, es cuando más se acentúa, y se hace descacharreo y desmalezamiento”. No obstante, según relató el intendente de Las Talitas, “cuanto antes podríamos haber empezado, hubiera sido mejor (...) No teníamos ningún diagrama de información sobre que este año se iba a potenciar el ciclo del dengue”. Esto mismo fue observado por un especialista que señaló que no se hicieron suficientes campañas de difusión durante el invierno para prever lo que se venía. Y ahora estamos, como dijo el ministro de Salud, en la peor epidemia en la historia de la provincia. Habló de la gran presión epidemiológica en Brasil, en Paraguay, en Bolivia yen el norte de Salta, del cambio climático, y hasta de la consulta tardía del primer contagio de dengue en Lules. Con ello dio a entender que esto no se podía parar. Como sea, correspondería que se busque eliminar el mosquito, que se intensifiquen las campañas de descacharreo, en conjunto con las intendencias y las comunas, y también que la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) haga su aporte en cuanto a solución de pérdidas de líquidos que pueden alojar a potenciales vectores del dengue. De poco sirve culpar a la gente por no descacharrar, si no se eliminan los focos públicos de contagio.