“Fui un boludo. No tendría que haber ido a su casa porque quería emboscarme”, declaró Marcelo Peretti, el acusado del crimen de César Satle en la última audiencia de un juicio que resolverá hoy, cuando un juez dicte la sentencia de uno de los debates más polémicos de los últimos tiempos.

El 25 de mayo de 2022, la víctima fue a un boliche donde estaba su ex pareja con el acusado. Satle lo agredió de un golpe de puño que le provocó la pérdida de conocimiento. Luego de ese incidente, hubo un intercambio de mensajes entre ambos y acordaron encontrarse en la casa de Satle para solucionar las diferencias a golpes de puño. Pero nada de ello ocurrió. Se registró un tiroteo que terminó con una víctima fatal.

Peretti relató que después de la agresión fue hasta su departamento de Barrio Norte. “Estaba realizando curaciones en el rostro cuando me llega un mensaje de WhatsApp. Era Satle que me decía cosas. Ahí le dije que quería solucionar los problemas como hombre y no como él, que me había pegado por la espalda, a traición”, declaró.

“Soy un hombre de campo, de un pueblo donde estamos acostumbramos a que, si existe un problema, juntarnos en un lugar y solucionarlo a golpes. Y, después de la pelea, el ganador le da la mano al perdedor y se acaba todo”, explicó el acusado. “Pero lamentablemente eso no pasó. Llegué como habíamos acordado y comenzó el tiroteo. Fui un boludo porque pensaba que solucionaríamos el problema como hombres”, finalizó.

Los planteos

El testimonio del acusado no hizo otra que alterar el ánimo de las partes. El fiscal Carlos Sale y la querella, representada por Cergio Morfil, Silvia Furque y Gerardo Martínez Molina, coincidieron en solicitar que se condene a Peretti por homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego. Sin embargo, no coincidieron con el monto de la pena. El representante del Ministerio Público Fiscal solicitó 12 años de prisión y los profesionales que asisten a la víctima, 15 años.

Los defensores, José María Molina, Ernesto García Biagosch y Patricio Frescia, señalaron que debía ser absuelto porque se trató de un caso de legítima defensa. También dejaron abierta la posibilidad de que sea condenado a tres años de prisión condicional por exceso en la legítima defensa. Solicitaron además que sean declarados nulos los alegatos de los acusadores porque no justificaron el monto de la penal, pero ese planteo fue rechazado por el juez Bernardo L’ Erario Babot.

Los alegatos de todas las partes fueron encendidos y polémicos (se detallan los fundamentos por aparte). Todos gesticularon o realizaron observaciones en voz baja cuando argumentaban. Tanta polémica tiene una razón de ser: no hubo testigos presenciales y no hay ninguna certeza de quién disparó primero. Los acusadores sostuvieron que fue Peretti y los defensores, Satle. “En un caso tan técnico como este, se debe utilizar el sentido común”, aseguró Molina. Sale, en cambio, señaló: “trajeron a un especialista para que diga algo basado en un trabajo realizado en una biblioteca y no en el lugar de los hechos”.

Pero más allá de las apasionadas argumentaciones, en la novena audiencia del juicio ya quedó flotando en el aire la posibilidad de que se recurra al criterio de la duda razonable, lo cual ya había sido rechazado de lleno por el MPF y la querella.

Unidad

A pesar de que se trató de un debate cargado de polémicas y chicanas, las partes coincidieron en señalar que fue un hecho lamentable. “Con una denuncia policial hoy no estaríamos aquí. Una familia se quedó sin su sostén y un hombre, como el acusado, que es una persona de bien y trabajador, se arruinó la vida”, comentó Sale.

Morfil, que habló en nombre de las víctimas, agregó: “esta es una tragedia para todos. Una familia sufre la pérdida de su pilar. Lo mismo ocurrirá con la de un trabajador que debe ser condenado”.

“Hubo un arrepentimiento por parte de Peretti. Claramente, en esta sala, dijo que había sido un boludo por todo lo que pasó. Él no quería matar a nadie, sino que fue a solucionar un problema mano a mano, pero estaban esperando para emboscarlo”, finalizó García Biagosch. Hoy, a las 14, se conocerá la sentencia.

Intensa audiencia: no se pudo resolver la cuestión civil

La audiencia por el crimen de César Satle comenzó a las 14. El juez Bernardo L’Erario Babot tenía programado escuchar al acusado, los alegatos de todas las partes y por último, las pretensiones y fundamentaciones de los actores civiles del caso. Pero fue tan intenso el debate entre los acusadores y defensores, que el magistrado decidió suspender esta cuestión para hoy. La familia de la víctima ya anunció que reclamará una reparación económica de $100 millones, la cifra más alta que se haya reclamado desde que entró en vigencia el nuevo código procesal penal.

"La denuncia evitaba todo": El fiscal pidió una pena de 12 años

“Hay un solo punto que aclara todo. (César) Satle fue detenido por el personal de seguridad del boliche luego de la agresión. Le preguntaron a (Marcelo) Peretti si lo denunciaba, pero él respondió: ‘a esto lo voy a solucionar de otra forma’ ”, señaló el fiscal Carlos Sale durante los alegatos. El representante del Ministerio Público Fiscal también cuestionó duramente la postura de la defensa. “No podemos decir que este es un caso de defensa propia por una sola razón: no hubo una acción continuada y tampoco una provocación inmediata”, detalló.

“Peretti se presentó en la casa de la víctima dos horas después, en otro vehículo y a 15 kilómetros de distancia”, explicó. “Hemos escuchado a los peritos de parte dar su teoría del caso con una serie de elementos falsos. Hicieron una reproducción sin tener en cuenta el físico de los protagonistas del caso y con una camioneta diferente a la que conducía el acusado”, finalizó Sale.

"Fue a su casa para matarlo": La querella solicitó 15 años

Está probado que (Marcelo) Peretti sabía lo que hacía y hacía lo que quería. Quiso matar a (César) Satle y lo mató. Por eso fue a San Andrés horas después de la agresión”, resumió el querellante Cergio Morfil. “Si bien compartimos en un todo lo dicho por el fiscal (Carlos) Sale, nosotros pediremos una condena a 15 años por la conducta obstructiva que tuvo. Y la más importante de todas es que demoró 24 horas en entregar la camioneta en la que se movilizaba”, destacó.

El profesional también rechazó de plano que haya habido un acto de defensa propia. “Ser agredido y 90 minutos después matar a esa persona no es defensa. Para que eso haya ocurrido, la reacción debe ser inmediata. No menos importante es destacar que Satle no quiso seguir peleando. Él no provocó a nadie”, explicó el querellante.

“Hay que tener cuidado cuál es el mensaje que se le dará a la sociedad. Está claro que aquí no hubo ninguna defensa, sino una venganza”, concluyó Morfil.

"Peretti es una víctima": La defensa pide la absolución

“A lo largo de las audiencias quedó demostrado que (Marcelo) Peretti fue una víctima”, resumió María José Molina. El defensor agregó: “sí hubo una continuidad porque después de haber sido agredido, se retiró a su casa, decidió dejar todo ahí y comenzó a recibir mensajes de (César) Satle”. “La víctima lo invitó a pelear y él aceptó, pero lo hizo para hacerlo mano a mano, no a los tiros. En ningún momento él dijo te voy a ir a buscar para matarte”, añadió.

Molina cuestionó las pericias que realizó el especialista del Equipo Científico de Investigación Fiscal. “No pudo determinar que Peretti haya disparado primero. La teoría que señala es absurda e ilógica”, opinó.

“Hay otra cuestión; nuestro defendido estaba con miedo: lo acababan de agredir, iba a un lugar que no conocía y no esperaba que le dispararan ni bien pasara por el frente de la vivienda donde había acordado pelear. Él se defendió, no tuvo intenciones de matar a nadie”, destacó el codefensor Ernesto García Biagosch.