De acuerdo a testimonios de parientes, el disparo que terminó con la vida de don Carlos Graneros (62) se produjo cuando Claudio Danilo Graneros forcejeaba con su madre Valle Arrascaeta que, se aseguró, intentaba arrebatarle la escopeta calibre 16 que había sacado el muchacho desde un mueble de la casa. Este había tenido una discusión con un cuñado suyo y quería dispararle. El hecho ocurrió en La Cocha.
“Dejá eso, hijo, por favor” le suplicó doña Valle, tomándole el arma en su afán de quitarle. Según la misma versión, fue en ese momento que se acercó don Carlos para también tratar de arrebatarle la escopeta. Habría sido en esa circunstancia que se produjo el disparo que impactó en el tórax del sexagenario, provocándole la muerte casi en el acto.
Las perdigonadas hirieron además gravemente a un pequeño, que fue trasladado al hospital de Niños y lucha por su vida, y también lastimaron en un pie a una hermana del homicida.
Claudio Danilo emprendió enseguida la fuga, perdiéndose en un monte cercano. Varios efectivos de la Unidad Regional Sur se desplegaron en la zona en su búsqueda. El homicida, según la Policía, apareció horas después caminando hacia su vivienda desde un campo sembrado con soja. De inmediato fue llevado hacia la comisaría de La Cocha a fin de evitar que parientes y vecinos enardecidos por el hecho lo atacaran.
Los uniformados, al mando del oficial Rodrigo Victoria, secuestraron durante el procedimiento una escopeta calibre 16 con un cartucho percutado en la recámara.
Según confiaron fuentes del caso, Claudio Danilo en el momento de ser aprehendido estaba en evidente estado de ebriedad. Así llegó a su casa el domingo, luego de haberse ausentado desde el sábado. “Llegó agresivo y comenzó a discutir con un cuñado que arreglaba una motocicleta en el patio. El entredicho fue subiendo de tono hasta que finalmente ingresó al interior de la vivienda y regresó con la escopeta. Doña Valle intentó detenerlo cuando sucedió la tragedia”, contó un vecino.
En el barrio aseguraron que el agresor desde hace tiempo venía manifestándose muy violento cada vez que regresaba a su hogar luego de participar de los prolongados beberajes que compartía con sus compinches los fines de semana.