Catorce derrota seguidas y sólo seis victorias en la fase regular. Son números que condenan a cualquiera y Tucumán Básquet no fue la excepción. La provincia perdió la única plaza que tenía en la segunda categoría nacional con el descenso del equipo. El último partido se cerró con derrota de visitante, ante Salta Basket, por 91 a 79.
Los derechos federativos de esta plaza corresponden al club Estudiantes, cuya primera experiencia en el torneo fue excelente: llegó a los play-offs y perdió con Unión, que sería el campeón. Luego Estudiantes, en procura de apoyo económico para seguir afrontando la competencia, apeló a una fusión y por eso cambió el nombre del equipo. Las cosas no salieron bien en lo deportivo, a lo que se sumó un incidente en Mendoza que costó sanciones a jugadores y una multa.
Hubo cambio de técnicos y también de jugadores, además de un plantel corto para afrontar el torneo, ventajas que se pagan caro. Mucho más enfrentando rivales como Salta Basket, que cuenta con el respaldo del Gobierno provincial.
La derrota a manos de Echagüe cuatro jornadas atrás (77 a 75, con un triple cuando sonaba la chicharra) terminó de condenar a Tucumán Básquet, porque ese era el partido que debían ganar para dejar a Sarmiento de Resistencia en el último lugar de la Conferencia Norte. Las tres fechas siguientes fueron con derrotas para ambos clubes.
Habrá que ver los pasos que seguirá Estudiantes: si jugará la próxima temporada en la Liga Federal o sólo competirá a nivel local. Recuperar la plaza en la segunda categoría no es para nada sencillo. (Producción periodística: Carlos Oardi)