Como cada martes, hoy la AFA dará a conocer quienes serán los árbitros para el fin de semana.Y en Atlético, desde que ascendió a Primera, todas las miradas están puestas en la designación del árbitro de Barracas Central, que por la octava fecha visitará nuestra provincia para enfrentarse con Atlético.

Mucho se habló en los medios en estos días sobre a polémica expulsión de Ezequiel Parnisari en el partido entre el “decano” e Instituto. Si hacemos un repaso de algunos fallos arbitrales -sobre todo los que incluyen el VAR (en la jugada entre Parnisari y Cristian Menéndez no podía intervenir porque no era jugada de roja directa)- podremos deducir si Atlético y Barracas son beneficiados o perjudicados por el uso de la tecnología.

Antes una aclaración: el VAR se utiliza solo en las siguientes situaciones.

Gol: se revisan potenciales situaciones de infracción a las leyes del juego como fueras de lugar, faltas, manos u otras contravenciones.

Penal: se revisa si la decisión de sancionar o no el cobro de una pena máxima fue correcta. Se examinan tanto jugadas en el área como cerca de ella.

Tarjeta roja directa: se vigila si la expulsión de un jugador ha sido correcta o no. No se revisa si un jugador merece o no tarjeta amarilla.

Identidad de jugadores: en ocasiones, por confundir la identidad de un futbolista, un árbitro puede mostrar una tarjeta a un jugador que no había cometido ninguna infracción. En ese caso, el VAR entra en juego y le avisa al colegiado que cometió un error.

En lo que va de la Liga Profesional, se jugaron siete fechas y la tecnología no entró en juego en dos partidos de Atlético: Talleres y Vélez. Al hablar de intervenciones, nos referimos a la participación directa de la tecnología. Se entiende que en cada gol, desde Ezeiza, los árbitros del VAR analizan todo, pero no siempre es necesario interrumpir el juego, como sucedió con el gol de Mateo Coronel en Alta Córdoba, que en un principio había sido anulado; luego de trazar las lineas con la ayuda de la tecnología se lo convalidó.

Ante Boca, en la primera fecha, hubo una jugada polémica. En la salida de un córner Nicolás Figal tomó de la camiseta alevosamente a Marcelo Estigarribia, situación que fue omitida por el árbitro principal y el VAR. Ante Platense, por la tercera fecha tuvo una favor y una en contra. Primero, un penal mal cobrado a Jonathan Cabral: la pelota primero pegó en el pie y luego en el brazo del jugador que estaba en el piso. Cuanto menos, discutible. No pareció penal, pero se lo cobraron. En el complemento, la expulsión directa de Miguel Jacquet por sujetar a Menéndez como último hombre, también dejó algunas dudas. Pablo Dóvalo fue asistido por el VAR en ambas situaciones y en las dos quedaron muchos interrogantes.

Contra Defensa, en Florencio Varela también hubo intervención de la tecnología. Primero, el VAR le avisó a Leandro Rey Hilfer sobre una mano de Ramiro Ruiz Rodríguez dentro del área. Penal. En la misma jugada, luego que Tomás Marchiori contuviera en primera instancia el disparo de Nicolás Fernández, la tecnología marcó el adelantamiento del arquero que había sido omitido por el asistente Mariano Ascenzi.

En el último partido de local, ante Banfield, Ariel Penel cobró un penal inexistente a los tres minutos, pero Hernán Mastrángelo llamó a Penel desde el VAR para que observara la jugada y este resolvió amonestar a Andrés Chávez por simulación.

Ante la “gloria”, en la expulsión de Parnisari, el VAR no podía intervenir, pero sí lo hizo -y muy bien- en el gol de Coronel.

Hasta el momento, en las siete fechas que se jugaron el VAR intervino seis veces en los partidos de Atlético: tres veces para sancionar algo que le favoreció al equipo de Lucas Pusineri y tres en situaciones que terminaron en goles rivales.

En la vereda del frente aparece Barracas Central, siempre en el ojo de la tormenta. Si solo tomamos en cuenta dos partidos del “guapo”, vamos a encontrar cinco intervenciones del VAR y todas a favor del “rojiblanco”. En el 5-3 sobre Sarmiento, por intermedio del VAR se validaron dos penales para Barracas y se omitió uno más grande que una casa para el “verde”. El árbitro aquella tarde fue Dóvalo, y en el VAR estuvo Fernando Espinoza. En la victoria por 1-0 del “guapo” ante Gimnasia, con el arbitraje de Nicolás Lamolina, el VAR actuó para anularle dos goles al “lobo”. Uno por una mano del delantero de Gimnasia, el otro por un supuesto offside, que nunca se terminó de aclarar mediante el trazado de las líneas.

Se viene un partido de los denominados “chivos”, para Atlético y la atención, sin dudas, estará puesta en el árbitro del partido; hoy conoceremos su nombre, ojalá su trabajo pase inadvertido.