Se sabía de antemano que Instituto no es de los equipos que salen a buscar el resultado desde el minuto uno cuando juega de local. Todo lo contrario. El sello del equipo de Lucas Bovaglio cuando juega en su casa es muy diferente a cuando juega de visitante, en donde se muestra mucho más agresivo.
Y Atlético, claro, no se siente cómodo cuando no encuentra los espacios para poder contragolpear. Por eso los primeros minutos del juego fueron bastante chatos y sin emociones.
A medida que fue corriendo el reloj, el local fue ganando confianza y empezó a levantar vuelo en Alta Córdoba. El lateral derecho, custodiado por Hernán De La Fuente fue el elegido por la “gloria” para lastimar, pero curiosamente la jugada del único gol del primer período se inició por el sector de Matías Orihuela.
Llegó el centro cruzado de Giuliano Cerato para Braian Cuello, que le ganó la banda al ex Vélez y bajó la pelota para que Gabriel Graciani abriera el marcador. Fue un golpe duro para Atlético.
Iban 27 minutos y el “decano” no había generado peligro sobre el arco de Jorge Carranza y ya perdía 1-0.
El partido estuvo lejos de ser vistoso. Extrañamente, Instituto abusó del juego brusco y eso terminó condicionando el duelo. La roja a Ezequiel Parnisari (había ingresado a los siete minutos en lugar de Leonel Mosevich), fue la única buena noticia para Lucas Pusineri y compañía.
El entrenador del equipo tucumano decidió mover el banco de arranque en el complemento. De La Fuente, de muy flojo primer tiempo, dejó su lugar para el ingreso de Renzo Tesuri. En Tucumán, el cambio seguramente habría recibido algunos aplausos, en Atlético todos están acostumbrados a que el técnico realice las variantes recién a partir de los 15 o 20 minutos del complemento, pero anoche era necesario.
El rival estaba con 10 y el equipo debía cambiar la imagen y Tesuri siempre suele entrar enchufado.
De todas formas, un remate de Marcelo González y una media chilena de Cristian Menéndez fue lo más peligroso de la visita en el arranque.
Para jugar el segundo tiempo Instituto tomó una postura lógica pero muy arriesgada. Sin Cuello, la única referencia de ataque fue Adrián Martínez, que generó más de un dolor de cabeza a Bruno Bianchi y Nicolás Romero, pero al estar tan aislado de sus compañeros se le hizo difícil.
A los 15’ del complemento, Pusineri volvió a mover el banco y eso le dio muy buenos resultados. Braian Guille y Marcelo Estigarribia entraron bien. “Chelo” continuó haciendo el trabajo sucio que había hecho muy bien “Polaco” y Guille, con la pelota en los pies, siempre encuentra espacios.
Por eso, a los 23, Atlético pudo llegar al empate tras una buena triangulación entre el ex Olimpo, Estigarribia, que asistió de primera, y Mateo Coronel, que definió por encima del arquero con un toque suave.
No hubo mucho festejo, Damián Espinoza levantó rápido el banderín cobrando un supuesto offside de Coronel que no existió. Pero tras chequear con el VAR, Sebastián Zunino convalidó el gol; 1-1 y allí empezó otro partido.
Quedaba mucho tiempo y, extrañamente, el “decano” pareció conformarse con el empate. Durante varios minutos sacó el pie del acelerador y cuando intentó volver a llevar peligro al arco de Carranza, el local, mediante los cambios ya había cerrado todos los caminos.
La imagen que terminó dejando Atlético fue más que positiva, sobre todo si se toma en cuenta que empezó abajo en el marcador y que todo parecía volverse cuesta arriba. El punto sirve desde lo anímico, pero Pusineri tendrá bastante trabajo para la semana.
La Reserva espera revertir la mala racha
Desde las 9, el “decano” recibirá la visita de Instituto en el complejo “José Salmoiraghi”, buscando cortar la racha de tres derrotas consecutivas (Vélez 5-2; Defensa 2-0 y Banfield 3-0). El “11” inicial será con Gustavo Lescano; Álvaro Medina, Rodrigo Morales, Emanuel Cortés y Eber Soraire; Agustín Lagos, Joaquín Ávila, Lucas Naranjo y Javier Romano; Kevin Isa Luna y Maximiliano Alanis. Se está disputando la séptima fecha del torneo.