El médico infectólogo José María Bruguera se refirió al brote de neumonía bilateral detectado en Tucumán, que continúa sumando decesos. “Al ingresar a una institución, tenés que saber que existe el riesgo de contagiarte de algo”, señaló. Sin embargo, resaltó algunos cuidados que se pueden tener para reducir el peligro.

El profesional, recibido en la Universidad Nacional de Tucumán, es actualmente jefe de la unidad de Infectología del hospital Ramos Mejía, en Buenos Aires. El profesional utilizó el concepto de “neumonía asociada a cuidados sanitarios” (NACS). “Es la que aparece en el enfermo internado luego de las primeras 72 horas de la internación”, explicó a LA GACETA.

Esto se debe a la gran exposición y contacto con organismos microscópicos dentro de hospitales y sanatorios, precisó. “Dentro de las instituciones tenés una flora hospitalaria, a partir del manejo de secreciones, de fluido, sumado al contacto que uno tiene con los pacientes. Esto genera que exista una circulación”, desarrolló el especialista.

Además, advirtió: “para que no tengas un brote, tenés que tener controlado a todo el personal; que un caso, dos o tres no te hagan 50”.

Transmisión, prevención

La enfermedad se transmite por vía aérea e ingresa al cuerpo de la persona mediante inhalación. Puede ser de origen bacteriano, viral o micótico. “Los gérmenes entran por el tracto respiratorio y toman receptores en el pulmón. En el caso de las bacterias, se junta pus en el pulmón y genera fiebre, moco verde y causa dolor en el tórax”, desarrolló Bruguera.

“Dentro de las inspecciones, la neumonía bilateral es una de las más preocupantes porque trae mayor mortalidad”, resaltó el jefe de la Unidad de Infectología del Hospital Ramos Mejía, en Buenos Aires.

El concepto “bilateral” indica que afecta a ambos pulmones, por lo que la probabilidad de recuperación es más baja. “En una neumonía común, el otro pulmón te ayuda a recuperarte y cumple la tarea de oxigenación. Al ser bilateral, requiere kinesioterapia, oxigenación y cuesta un poco más”, dijo.

Bruguera indicó que los factores de contagio dentro de una institución son muy complejos, pero que eso no quiere decir que haya que convivir con el riesgo permanente de contraer la enfermedad. “Hay programas de control de inspecciones donde se combate, que incluye técnicas de higiene o materiales que se tienen que usar. No elimina la posibilidad de que haya un contagio, porque no se puede reducir a cero, pero sí a la mínima expresión”, advirtió.

El lavado de manos antes y después del procedimiento, la indumentaria correcta, regular el tiempo de visitas y de control del paciente y contar con un equipo de salud correctamente vacunado son pautas fundamentales para prevenir este tipo de contagios. “También hay vacunas que te protegen de ciertos gérmenes, como la del neumococo que es la más común”, agregó.

La vacunación es recomendada a personas con comorbilidades y exigida al personal de salud. “Puede haber gente joven que trabaja en el sistema de salud, donde están al servicio de gente mayor y pueden contagiarse, por eso tienen que tener todos los esquemas de vacunas necesarias”, fundamentó el médico.

Además, resaltó que el uso del barbijo durante la pandemia “evitó un montón de contagios relacionados con neumonía bilateral”, y que es una práctica que algunas personas todavía utilizan en el día a día.

Escuchar las alarmas

El especialista aseguró que es muy importante atender a las alertas que surgen en las instituciones sanitarias. “Si hay un aumento de neumonía bilateral, la unidad del sanatorio te lo va diciendo, y eso despierta alarmas. Si sabés lo qué pasó y actuás, no va a pasar más. Es importante la comunicación”, manifestó.

El problema, consideró, es que “a veces en la política no vende decir que hay tal o cual germen dado vueltas, pero al ocultarlo genera más fastidio”.

Bruguera remarcó: “hay un porcentaje de casos en los que puede no encontrarse la causa, pero también hay que buscarla”. Y comentó acerca de “métodos invasivos, lavados, toma de muestras, técnicas moleculares y aislamiento” que pueden utilizarse para realizar la investigación.

Automedicación

Existe otro factor que contribuye a que la persona contagiada presente un cuadro grave: la resistencia antimicrobiana. Se produce cuando los microorganismos sufren cambios que hacen que los medicamentos utilizados para las infecciones causadas por ellos dejen de ser eficaces.

“La gente se automedica; se prescribe sola o recibe ayuda de la farmacia. Eso juega en contra, porque mientras que la mitad de las veces necesitabas esa medicación, la otra mitad no hacía falta. Entonces, el uso inadecuado genera esa resistencia”, explicó Bruguera.

Además, desarrolló: “el virus busca sobrevivir y se adapta al nuevo medio, las bacterias hacen lo mismo. El tema es que nosotros ayudamos a que eso pase con el uso inadecuado del antibiótico. Cuando eso ocurre, la persona que se interna lleva una flora distinta al hospital”.

Esto, a su vez, traerá consecuencias en el largo plazo, consideró el infectólogo. “Vamos a terminar en que algunos antibióticos se dejen de utilizar porque ya no tengan efecto, y habrá que utilizar unos más sofisticados, más costosos, y que no se puedan dar por boca sino por internación”, sostuvo. (Producción periodística: Bárbara Nieva)

Medina Ruiz: el ministro de Salud aseguró que “no hay    un brote” en la provincia

“El coronavirus es una enfermedad que no se termina al cabo de siete o 10 días. Sigue, porque no afecta solamente a la parte respiratoria sino también a la cardiovascular. Muchas veces compromete la coagulación y lleva a que haya muertes cuando el paciente ya estaba aparentemente bien”, desarrolló Luis Medina Ruiz, ministro de Salud. Sin embargo, no consideró que se trate de una nueva variante, sino de la última que surgió en el país, la Ómicron BQ 1.1. “Es muy probable que lo que esté pasando es que estamos consultando tarde”, dijo.

Explicó: “la gente tiene pocos síntomas al principio, de pronto evoluciona la enfermedad pero ya no se detecta el virus”.
También consideró que es probable que “la automedicación haga desaparecer cualquier bacteria que nosotros podamos detectar”. Además, reiteró que “no existe la entidad de neumonía bilateral de origen desconocido”, sino que todavía se está investigando la etiología. Con respecto a los cuatro fallecidos, mencionó: “entre ellos no hay ninguna relación. En tres hay una etiología y no es la misma bacteria”.

Repitió que “cuando hay alguna alerta que dictar, la dictamos” y que el Ministerio sí intervino en el asunto.

“Cuando tomamos conocimiento del primer paciente, el 18 de enero, el 19 ya estábamos presentes en el sanatorio mirando el agua, las instalaciones e investigando con los directivos”, dijo.

Sobre las críticas por no haber cerrado la institución en el momento de la detección de casos, el médico respondió: “no hubo ningún motivo para tomar la decisión de cerrar. Siempre demostramos responsabilidad en la toma de decisiones”.