Con el objetivo de recargar energías y preparar de la mejor manera el duelo del lunes ante San Telmo, Iván Delfino decidió liberar ayer a sus dirigidos y programar para esta mañana el regreso a las prácticas de lo que será una semana bastante movida.
En ese sentido, Pío Bonacci aprovechó al pie de la letra el descanso, pero ya contando los minutos para volver a pisar un campo de juego. Tras varios meses de espera, el centrodelantero logró disputar sus primeros 25 minutos de manera oficial con la camiseta de San Martín. En el camino vivió sólo incertidumbre. Primero por demoras con en el tema contractual de su pase y luego contrajo una infección bacterial en el estómago.
“Firmé en diciembre, pero la demora era porque los papeles todavía no llegaban. Si bien en ese momento sabía que no podía jugar porque no tenía el transfer, me tomé cada entrenamiento como si estuviese en competencia”, avisó el riojano de 24 años. “Por ahí la situación se prestaba para mal, porque quedaba como que no quería venir o que no estaba predispuesto. Siempre me concentré en trabajar. Si lo pensaba mucho, sentía lastima hacía mí por no poder jugar”, recordó el atacante que también tuvo ofertas de Temperley, Alvarado y Almirante Brown, entre otros equipos.
Actualmente alojado en un departamento de la zona céntrica, sin acostumbrarse al calor de la provincia y a la espera de su novia, Bonacci recordó la última vez que estuvo lejos de sus familiares. En España jugó en Segunda y Tercera división, con Burgos y Bupolsa, respectivamente.
“Fue inolvidable y hermoso, no solo por el club al que fui, sino también porque estaba rodeado de gente con mucha trayectoria. Compartí plantel con Leonardo Pisculichi y Gastón Machín. Sin embargo, cambiaron el director deportivo y a todos nos cedieron a diferentes clubes”, explicó.
Tras esos años en el exterior, el surgido en las inferiores del “santo” sanjuanino se dio otra oportunidad en el país, con Justo José de Urquiza y Deportivo Armenio. En ambos clubes anotó ocho goles. “Los goles creo que son lo más importante para los delanteros, entonces mi cabeza cada vez que voy a un club nuevo es hacer la mayor cantidad. Ahora en San Martín no se puede negociar la actitud”, advirtió.
El dominfo pasado, contra Temperley, a Bonacci el DT lo mandó a la cancha en reemplazo de Mauro Verón. En ese recorrido del banco de suplentes hasta el cuarto árbitro, “el pontífice del gol” (como lo llaman algunos hinchas) se mostró sorprendido por el ambiente. “Es mágico. Cómo se vive en La Ciudadela no lo vi en ningún otro lado. La gente te levantaba e impulsaba, era increíble”, afirmó.
Sin embargo, el empate sobre la hora del “gasolero” dejó un sabor amargo en los hinchas que prácticamente tenían la victoria en el bolsillo. “Se exige por la magnitud del club. Por ahí, el hincha tiene que saber que nosotros somos los primeros que queremos ganar y sacar esto adelante. Cada vez que entramos a la cancha es para ganar. Nos hacemos cargo”, sentenció el “9”.
Además, también se refirió a las críticas, por los días libres al plantel. “De eso se encarga el cuerpo técnico, nosotros como jugadores consideramos que cuando se puede, en semanas tan largas, pueden otorgarse -sostuvo Bonacci-. Es como un día de entrenamiento, porque si no el cuerpo no te rinde. Tenemos que seguir trabajando”.
Semana de definiciones
Desde las 8.45, el plantel “santo” volverá a las prácticas en el complejo “Natalio Mirkin”. Allí, Iván Delfino empezará a diagramar al equipo titular para el lunes, cuando deban partir a la Isla Maciel para enfrentar a San Telmo. En estos días se conocerá si para ese encuentro el técnico podrá contar con el lateral Nahuel Banegas (sufre una sobrecarga en el aductor derecho) y con el extremo Matías Pardo (con un golpe en la rodilla derecha).